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Buffalo Waffles, la cadena de comida rápida que reinventó los aperitivos dulces y salados en Chile
Lunes, Abril 21, 2025 - 18:00
Fuente: Buffalo Waffles

Desde sus orígenes en el barrio Lastarria de Santiago, Buffalo apunta a superar los 46 locales en todo el país, mientras evalúa expandir su oferta de waffles a otros mercados latinoamericanos.

Cuando en 2013, Thomas Schulze-Boing y su socio Steffan Fedderson viajaron a Argentina para alejarse de la rutina laboral, no imaginaron que descubrirían la idea que les cambiaría la vida. No fue nada grandilocuente: encontraron un pequeño café que combinaba ingredientes salados y los envolvía en una masa de waffle crocante por fuera y esponjosa por dentro. Esta forma de reinventar al waffle como base de aperitivos salados los atrajo y decidieron replicar la idea a gran escala en Chile.

Así, con un presupuesto inicial de $ 8.000.000 (US$ 8.270) nació Buffalo Waffles, una wafflería capaz de satisfacer antojos dulces y salados de formas poco convencionales. El emprendimiento abrió su primer local en el barrio Lastarria de Santiago de Chile y desde entonces, ha experimentado un crecimiento sostenido mediante el modelo de franquicias. 

“Usualmente, en Chile, los waffles eran un producto anexo de los cafés, que no tenían mucho protagonismo. Nosotros fuimos pioneros en ofrecer waffles de forma exclusiva y al contrario de lo que se podría pensar, partimos con los waffles salados, algo que era totalmente innovador, y después incorporamos los dulces”, explicó Francisca Bahamondes, Subgerente Comercial de Buffalo Waffles, a AméricaEconomía

De esta forma, Buffalo pudo cerrar 2020, primer año de pandemia, con 23 locales en todo Chile; para el año siguiente, alcanzó 42 puntos de venta y en este 2025, espera superar los 46 locales desde Antofagasta en el norte hasta Punta Arenas por el sur. Asimismo, la compañía planea abrir 15 nuevos puntos de venta, con énfasis en las regiones del norte chileno como Arica y Tarapacá. 

Si bien Buffalo fracasó en su intento por expandir sus operaciones a España en 2021 con la apertura de un local en Madrid, no descartan abrirse paso en otros mercados latinoamericanos. Aunque por ahora, la prioridad es consolidarse en su país natal. 

“Suelo recibir muchas solicitudes para llevar la franquicia a Argentina, Brasil, México y en menor medida, Perú. Algunos empresarios viajan a Chile por turismo o negocios, se topan con Buffalo, les llama la atención el concepto y quieren llevarlo a sus países”, afirma Bahamondes. 

Bajo el eslogan de “ricos, sexys y contundentes”, Buffalo ofrece una paleta de waffles caracterizados por su variedad y cierta originalidad. Los clientes de paladar dulce pueden encontrar opciones como el Waffle Volcano, una combinación de manjar, plátano, trozos de Kit Kat y crema chantilly. Aquellos que van aún más allá en su gusto por el azúcar pueden optar por el Strawberry Fields: Nutella, manjar, fresas, plátano y crema chantilly sobre una base de waffle.

Por otro lado, quienes prefieren algo salado eligen el Especial Palta, que consiste en queso mantecoso, palta, cebolla morada, rúcula, tomates cherry y papitas al hilo. O también pueden decantarse por el Cheddar, que contiene lo mismo que el anterior solo que reemplaza el queso mantecoso y la palta por doble tocino crocante y queso cheddar. En paralelo, también hay alternativas veganas y vegetarianas que buscan seducir a estas audiencias emergentes.

“Nuestro valor agregado es la propuesta gastronómica que ofrecemos. Es comida práctica, aunque no en el sentido tradicional de papas fritas, hamburguesas o pizza. Por ejemplo, los ingredientes que utilizamos son de primera calidad: queso cheddar, Nutella oficial, frutas y hortalizas frescas, en fin. Además, la receta de los waffles es propia y los pedidos se preparan en el minuto. Eso es algo que nos diferencia de la competencia”, añade Bahamondes.

Pero conservar los estándares autoimpuestos es un desafío para los modelos de franquicias. En el caso de Buffalo, la compañía trabaja con el CAMP, un ejecutivo que acompaña a los franquiciados a lo largo de su relación contractual. La vocera de la empresa asegura que el gran reto es materializar la promesa de apoyo y rentabilidad que se le hace al franquiciado. 

“Eso sí, todo ese capital humano que se va sumando a la franquicia también nos aporta a nosotros. Muchas veces ellos brindan observaciones, ideas, iniciativas, mejoras en los procesos. Luego, los CAMP las evalúan y hay ocasiones que incluso deciden evaluar aplicar estas ideas en otros locales de la empresa”, revela.

En 2024, tuvieron una venta bruta de aproximadamente $ 7.800  millones y actualmente, proyectan un aumento del 26% de las ventas para este 2025. ¿Logrará Buffalo Waffles expandir su propuesta de aperitivos dulces y salados a otros países de la región? Aún no se sabe, pero una cosa es cierta: muchas veces, los negocios exitosos nacen de ideas simples, pero directas. 

Autores

Sergio Herrera Deza