Según el Informe de Conflictividad Laboral, elaborado por el Instituto de Relaciones Laborales de la Universidad Católica, durante el mes se registraron nueve conflictos, siendo el más importante el paro general del 20 de julio.
La conflictividad laboral tuvo en julio el aumento más pronunciado en lo que va del año, explicado en gran parte por la alta adhesión al primer paro general de 24 horas.
Según el Informe de Conflictividad Laboral, elaborado por el Instituto de Relaciones Laborales de la Universidad Católica, durante el mes se registraron nueve conflictos, siendo el más importante el paro general del 20 de julio.
En tanto, la conflictividad sectorial (que no tiene en cuenta los paros generales), tuvo una reducción respecto al mes anterior, "principalmente porque no se registraron paros en la construcción", destaca el informe.
La rama con mayor conflictividad sectorial fue la industria manufacturera, a la que se le atribuye más de la mitad de la conflictividad del mes. "Esto se explicó porque el 13 de julio se registró un paro coordinado de la misma a través del cual los trabajadores demandaron empleos de calidad en sus sectores", dice el texto.
También se destacó un piquete en una citrícola y ocupaciones rotativas en varias facultades perdiéndose en el total del mes 402 mil jornadas laborales. Según el informe, los conflictos de julio involucraron un total de 404 mil trabajadores.
Por el lado de las motivaciones, predominaron las reivindicaciones salariales. Excluyendo el paro general, el 89% de la conflictividad sectorial se debió a reclamos por mejor salario. Esos reclamos incluyeron el conflicto en la citrícola Caputto, los paros en la Udelar y los paros de los trabajadores médicos.
Otras causas, como la defensa del empleo (categoría dentro de la que se destacó el paro en el frigorífico Pul), tuvieron una participación menor.