Si bien la Cámara de Representantes votó 230 a 197 el jueves en la noche a favor de extender el financiamiento gubernamental hasta el 16 de febrero, el plan parecía a punto de fracasar en el Senado.
Washington. El presidente Donald Trump pospuso sus planes para salir de Washington el viernes, mientras el Congreso se enfrenta a un plazo límite a la medianoche para aprobar un financiamiento que evite una paralización de las agencias federales que comenzaría el sábado.
Si bien la Cámara de Representantes votó 230 a 197 el jueves en la noche a favor de extender el financiamiento gubernamental hasta el 16 de febrero, el plan parecía a punto de fracasar en el Senado.
El director de presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, dijo el jueves que la probabilidad de una paralización parcial del gobierno había subido desde un 30% a un 50%.
“La votación esta tarde se ve complicada para que el gobierno pueda seguir abierto”, dijo a Fox News Marc Short, quien se encarga de los vínculos legislativos de Trump, y que anticipó que la negociación seguirá hasta medianoche.
Sin un reabastecimiento de fondos, las agencias federales, desde los Departamentos de Agricultura, Salud y Servicios Humanos, el Departamento de Estado, el Pentágono y el Departamento de Justicia tendrían que cortar algunas actividades y dar licencia a sus trabajadores.
A casi cuatro meses del inicio del año fiscal 2018, ambos partidos aún no han acordado un límite de gastos para programas de defensa y otros, lo que hace imposible la aprobación de un proyecto de ley de financiamiento de largo plazo.
En vez de eso, el Congreso ha luchado por lograr aprobar su cuarta medida de gastos a corto plazo.
La agencia Fitch dijo el viernes que la eventual paralización del gobierno no afectaría su calificación ‘AAA’ de Estados Unidos.
En medio de la disputa, más senadores están planteando la posibilidad de aprobar fondos federales suficientes para sólo unos días. La idea es presionar a los negociadores para que flexibilicen acuerdos sobre inmigración, gasto en defensa y otros la próxima semana.
Las discusiones sobre inmigración se centran en la exigencia de los demócratas de que 700.000 jóvenes inmigrantes indocumentados sean protegidos de la deportación.
Esas personas, denominadas “Dreamers”, llegaron al país cuando eran niños, mayormente desde México y Centroamérica y recibieron un estatus legal temporal en virtud de un programa iniciado por el expresidente Barack Obama. Muchos de ellos se han educado en Estados Unidos y no conocen otro país.
En septiembre, Trump anunció que pondría fin al programa y daría al Congreso hasta el 5 de marzo para presentar un reemplazo legislativo.