El presidente boliviano desestimó ante periodistas las afirmaciones de su ministro de Economía, Luis Arce, quien expresó la víspera que las movilizaciones de la COB, la principal central sindical, ponen en riesgo el pago del doble aguinaldo.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, garantizó el pago del doble aguinaldo y la continuidad de todos los bonos sociales vigentes en el país, pese a las movilizaciones y paro de actividades convocadas por la Central Obrera Boliviana (COB).
"Aprovecho la oportunidad para asegurar que todos los beneficios económicos están garantizados para la población. El crecimiento económico bordea el 5%, es el mejor de América Latina, Estados Unidos está con 2%, aunque no son los mismos montos, pero estamos bien para garantizar el doble aguinaldo", dijo Morales en La Paz.
El presidente boliviano desestimó ante periodistas las afirmaciones de su ministro de Economía, Luis Arce, quien expresó la víspera que las movilizaciones de la COB, la principal central sindical, ponen en riesgo el pago del doble aguinaldo.
De acuerdo con el Decreto Supremo 1802, se pagará doble aguinaldo siempre que la economía crezca por encima del 4,5%, sin embargo la misma norma, en su artículo 5, establece que el cálculo se realizará de acuerdo a los datos recogidos de 12 meses anteriores a septiembre.
El gobierno de Bolivia ratificó su previsión de crecimiento económico de 5% para este año impulsado por la inversión pública, como lo contempla en el programa fiscal financiero 2016, suscrito entre el Ministerio de Economía y el Banco Central de Bolivia (BCB).
El presidente Morales aseveró que la inversión económica en el país está garantizada hasta el año 2025, lo cual permite dinamizar la economía del país para contribuir al crecimiento económico boliviano.
Admitió que debido a la baja en los precios del petróleo, el país está imposibilitado de generar nuevos bonos y programas sociales, ya que los créditos están destinados netamente para infraestructura.
No obstante, ratificó la continuidad de los pagos de los bonos sociales creados en su gestión destinados a las personas de sectores más vulnerables de la sociedad.
"No podemos quitar los bonos, hay que garantizarlos, pero no vamos a crear ni aumentar nuevos bonos ya que debemos ser realistas frente a la situación económica", explicó.
De acuerdo con datos del gobierno, en 2005, la pobreza extrema en Bolivia alcanzó a 38,2 por ciento, es decir, a cuatro de cada 10 bolivianos.
El indicador de la pobreza extrema en el país disminuyó a partir de 2006 mediante la aplicación de políticas sociales como las transferencias condicionadas en efectivo (Bono Juancito Pinto, Renta Dignidad y Bono Juana Azurduy) otorgada a la población más vulnerable, las subvenciones cruzadas y los incrementos salariales.
En 2014 el índice de pobreza extrema cayó a 17,3%, lo cual significa que de cada cuatro personas en esa condición, dos mejoraron su calidad de vida.
El gobierno boliviano entrega cada año 200 bolivianos (US$28,7) a niños en edad escolar, de 1.800 a 2.400 bolivianos (de US$258,6 a US$344,8) a los ancianos y 1.820 bolivianos (261 dólares) a madres durante el pre y posparto.