La economía circular se aparta de este modelo lineal y va hacia un modelo regenerativo, cuyos principios son la durabilidad, la reutilización, la reparación, el reemplazo, la actualización, la renovación y el uso reducido de materiales.
La revolución industrial impulsó un ciclo de vida de acuerdo al modelo lineal de extraer-producir-utilizar-desechar, que está enfrentando serias limitaciones y riesgos tanto desde el punto de vista de la oferta como de la demanda, tales como escasez de recursos, aumento y volatilidad del precio de las materias primas, manejo de los residuos, impacto ambiental, sobreutilización del planeta, entre otros.
La economía circular se aparta de este modelo lineal y va hacia un modelo regenerativo, cuyos principios son la durabilidad, la reutilización, la reparación, el reemplazo, la actualización, la renovación y el uso reducido de materiales. "El objetivo entonces es extraer el mayor valor posible de recursos, productos, partes y materiales, para ampliar el ciclo de vida del producto y al mismo tiempo impulsar las ganancias", explica un informe que elaboró la consultora PwC Uruguay al que tuvo acceso el El Observador.
El World Resources Institute (WRI) estima que entre la mitad y tres cuartas partes de los insumos que se utilizan anualmente para las economías industriales se devuelve al medio ambiente como residuos en un solo año.
Cambios en consumidor. De acuerdo al trabajo de PwC, el comportamiento del consumidor está cambiando, mostrando una clara preferencia por el acceso al producto más que por la propiedad del mismo, lo cual está impulsando el éxito de compartir modelos de negocio que requieren menos productos.
También está creciendo la demanda por productos y servicios más amigables con el medio ambiente y socialmente responsables. Casi la mitad de los consumidores elige la alternativa sostenible.
En ese sentido, se advierte que aquellas empresas que no actualicen sus prácticas en cuanto al manejo de los residuos, podrían enfrentarse a riesgos reputacionales y regulatorios.
Sin embargo, las empresas parece contar con una salida en el corto plazo. La tecnología está abriendo oportunidades para que las compañías innoven y busquen opciones que antes no eran viables. A medida que estas nuevas tecnologías se vuelven más accesibles y pueden adaptarse a diferentes entornos, las empresas que exploran soluciones tecnológicas para aumentar la productividad de los recursos tendrían una ventaja.
A modo de ejemplo, la tecnología de sensores puede monitorear partes individuales de un producto para anticipar el fallo y permitir que las piezas sean reemplazadas en el momento adecuado, evitando el tiempo de inactividad del producto o su eliminación prematura. La robótica puede hacer este proceso más eficiente y la impresión en 3D de piezas de recambio con fibras recicladas es simplemente otra forma en que las empresas pueden cerrar el circuito, sostiene el reporte de PwC.
Suplantar la escasez. La escasez de recursos ha dado lugar a una mayor volatilidad de sus precios y a normas ambientales más estrictas. Esto lleva a las empresas a encontrar alternativas, por ejemplo, cambiar hacia materias primas biológicas, que pueden tener precios más estables que las materias primas de origen fósil. La economía circular ofrece otra opción, ya que permite a las firmas "extraer" recursos de sus productos actuales y reutilizar algunos de los bienes que ya han sacado del terreno.
"Más allá de los beneficios individuales que implica para las empresas, la economía circular representa un potencial enorme para el crecimiento de la economía global y también podría cumplir un rol relevante para la sociedad hacia un futuro sostenible", según PwC.
Varios países ya están haciendo esfuerzos para avanzar hacia una economía circular. La consultora advierte que a corto o largo plazo, los negocios no tendrían otra opción que adaptarse a este nuevo contexto productivo.