Durante la segunda jornada del VII Foro Multilatinas, organizado por América Economía, diversos profesionales del sector público y privado latinoamericano discutieron acerca de la necesidad de que los países de la región potencien sus alianzas para hacer frente al proteccionismo de Estados Unidos.
“A mayor proteccionismo, tenemos que responder con más integración. Tenemos muchas tareas que hacer en Latinoamérica en este aspecto y, si avanzamos, seremos más eficientes y competitivos”, afirmó Oscar Stark Robledo, Viceministro de Industria y Comercio de Paraguay, en el marco del VII Foro Multilatinas, organizado por América Economía en Lima, Perú.
Durante la segunda jornada de este encuentro internacional, diversos profesionales del sector público y privado latinoamericano discutieron acerca de la necesidad de que los países de la región potencien sus alianzas para hacer frente al proteccionismo de Estados Unidos.
Al respecto, el Viceministro comentó que, en el caso de Paraguay particularmente, se han propuesto tres líneas de trabajo para aprovechar las ventajas comparativas de Paraguay y, así, acelerar el crecimiento: generar y exportar cada vez más alimento para mundo, instalar fábricas de cierto tipo de industrias y consolidarnos como el hub logístico de la región por su ubicación geográfica en el centro de Sudamérica y alrededor de la aerovía. “Pero para eso, sí o sí, el proceso de integración del MERCOSUR y de la Alianza del Pacífico debe crecer y funcionar mejor”, insistió.
Para dar contexto al tema, Alexander Müller, economista jefe de Itaú Unibanco para México y Perú, explicó: “En Latinoamérica, el MERCOSUR y la Alianza del Pacífico son los bloques más fuertes, pero tienen dos visiones muy diferentes de comercio. El MERCOSUR persigue la industrialización en reemplazo de la importación y la estrategia de la Alianza del Pacífico es abrirse al comercio internacional. Pero, si el MERCOSUR también lo hiciera, potenciaría el crecimiento de toda la región”.
Luego, Müller hizo foco en el desempeño de Argentina y Brasil: “A partir de la elección de Macri y la destitución de Dilma, ambos presidentes son líderes pro mercado y se anticipan reformas en ambos países, que incluyen una mayor apertura comercial y financiera a nivel mundial. Sin embargo, la prioridad en el corto plazo es corregir los desequilibrios internos, como la inflación, que está superando ampliamente los promedios de la región e incluso el rango meta que han determinado. En el largo plazo, sería muy beneficioso para el MERCOSUR la integración para liberalizar el comercio, ya que ambas economías son relativamente cerradas”.
Además, Müller aseguró que otro reto para América Latina es integrarse a las cadenas de valor globales, que están organizadas alrededor de tres hubs: Estados Unidos, China y Alemania. En Latinoamérica, México es el país mejor conectado con Estados Unidos, seguido por Brasil con China y Estados Unidos, Argentina está conectada a través de Brasil y Chile con Asia. “El resto de los países de la región no tienen niveles relevantes y esta podría ser una fuente adicional de comercio que se podría explotar”, agregó.
Luego, el debate estuvo puesto alrededor de la renegociación del NAFTA. Se trata del primer acuerdo comercial entre un país en desarrollo y uno desarrollado. Tiene 23 años de existencia y es el más grande del mundo, ya que su PBI supera al de la Unión Europea.
Para visualizar su importancia, Héctor Obeso, el director general del Área Internacional de Ternium en Argentina, aportó los siguientes datos: “Desde que se firmó el acuerdo, las economías mexicana, estadounidense y canadiense ha crecido mucho. Tanto es así que el poder adquisitivo de México aumentó en un 50% desde entonces y el estadounidense se duplicó”.
Es por esto que, según Müller, el libre comercio está bajo ataque. Tal como explicó, Estados Unidos siempre ha sido un promotor de la liberalización comercial como un motor de la economía mundial, pero su objetivo en esta renegociación es, por primera vez en la historia, reducir el déficit comercial. “Las instituciones laterales, como el Banco Mundial, lo consideran como un gran riesgo para la economía mundial”, aseguró. Sin embargo, Obeso opinó: “Trump, como buen negociador que es, está buscando más ventajas para su país, pero no creo que rompa el acuerdo”.