Esto se hace porque el tamaño de Terpel en el mercado nacional sería muy grande y afectaría a los otros competidores que tendrían dificultades para sobrevivir en medio de este escenario.
Bogotá. La Superindustria objetó este viernes la compra de ExxonMobil Colombia por parte de Terpel. La entidad determinó que dicha adquisición conduciría a una restricción indebida e indeseable de la libre competencia económica en el mercado de los combustibles.
Esto se hace porque el tamaño de Terpel en el mercado nacional sería muy grande y afectaría a los otros competidores que tendrían dificultades para sobrevivir en medio de este escenario.
No obstante, aunque la negativa fue enfática, existe una posibilidad de que Terpel pueda concretar la compra de lubricantes de la empresa. La condición para lograr lo anterior es vender a un tercero la única planta de producción que tiene Terpel en el país, así como las marcas de lubricantes ‘Máxter y ‘Máxter Progresa’, junto con los contratos de distribución vigentes asociados a las mismas.
En otras palabras, la entidad determinó que, si Terpel quiere tener en sus manos esta adquisición, primero debe soltar parte de sus negocios, de lo contrario esta compra nunca será una realidad.
La Superintendencia de Industria y Comercio además agregó que Terpel tendría que levantar las exclusividades pactadas con estaciones de servicio que se identifican con su marca para la exhibición y venta de lubricantes, así como no poder pactarlas dentro de los siguientes 10 años.
Si Terpel incumple con lo dicho se consideraría como una infracción a las normas de protección de la libre competencia económica, lo que probablemente le presentaría una sanción hasta por 100.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes (SMLMV).
Terpel, por medio de un comunicado, informó que hasta la fecha no ha sido notificada de resolución alguna, y cuando ello ocurra, procederá a revelaral mercado el contenido de la misma.