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México y Canadá podrían impugnar nueva regla de etiquetado de carne de EE.UU.
Miércoles, Marzo 13, 2024 - 09:00
Carne. Foto: Reuters.

Según el planteamiento, podrán utilizar el sello “Product of USA” únicamente los productos de carne de res, cerdo, aves y otros subproductos avícolas provenientes de animales nacidos, criados y sacrificados en Estados Unidos.

La nueva regla estadounidense de etiquetado voluntario de productos cárnicos y avícolas para hacer referencia al origen nacional de estos productos es discriminatoria y, tanto México como Canadá, están en posibilidad de inconformarse bajo los mecanismos del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) o de la Organización Mundial del Comercio (OMC), opina Juan Carlos Anaya, director del Grupo de Consultores de Mercados Agrícolas (GCMA).

Explicó que “la aplicación de la norma es el etiquetado al consumidor final, que requerirá de la trazabilidad de la cría, pasto, engorda, empaque, distribución y llegue al consumidor, no se observa tarea fácil”, sostuvo.

Según el planteamiento, publicado esta semana, podrán utilizar el sello “Product of USA” únicamente los productos de carne de res, cerdo, aves y otros subproductos avícolas provenientes de animales nacidos, criados y sacrificados en Estados Unidos.

Sin embargo, "para nuestro país el uso de ese etiquetado solo es una medida política, sobre todo porque su aplicación requiere de un sistema que en el caso de carne molida ¿quién certifica que un distribuidor, carnicería, en las hamburguesas no se utilicen carne de orígenes diferentes?", cuestionó Anaya.

Agregó que “tenemos conocimiento que, aunque no es obligatoria, ambos países —México y Canadá— presentarán una queja o en su caso demanda por esta medida. Es claro que esta medida del gobierno de Estado Unidos es más política en reacción a las solicitudes de los ganaderos y las próximas elecciones”, afirmó.

Cabe señalar que los informes del gobierno de Estados Unidos se realizaron encuestas para determinar la pertinencia de aplicar el etiquetado, las personas encuestadas, sostuvieron que están dispuestos a pagar más por productos que contengan la etiqueta de “Product of USA”.

Al respecto, Juan Carlos Anaya comentó que “lo que quieren los productores de Estados Unidos es que el consumidor reconozca un mejor precio del producto nacido, criado y procesado en Estados Unidos, lo cual quedaría a decisión de ellos”.

Cabe destacar que, hasta la semana nueve de este 2024, Estados Unidos ha importado 280.000 toneladas de diversos productos cárnicos, donde el 23% es de Canadá, 22% de Australia, 16% Brasil, 14% de México y el resto 8 países más.

Y, aunque la regla no es obligatoria, es voluntaria, “aún así, con México y Canadá no debe haber este trato para los productos de los tres países, lo pueden hacer con los otros países, pero no cuando hablamos de un bloque de Norte América”.

El departamento de Agricultura de Estados Unidos también publicó una guía de etiquetado actualizada donde hay ejemplos de declaraciones y los tipos de documentación que los establecimientos pueden mantener para respaldar el uso de las declaraciones.

Disputas anteriores

No es la primera vez que el gobierno de Estados Unidos busca establecer reglas para diferenciar los productos cárnicos que considera estadounidenses.

En 2009 estableció un sello que obligaba, entre otras medidas, a separar a los becerros nacidos en México y exportados a Estados Unidos en las distintas etapas por las que pasan en este último país, desde su alimentación en pastizales, su engorda y su matanza, para especificar al consumidor el origen de los animales.

El gobierno mexicano ganó un arbitraje en 2012 contra la medida, luego de que la Organización Mundial del Comercio (OMC) confirmó que los requisitos del sello (conocido como COOL) eran proteccionistas, dado que otorgaban un trato menos favorable al ganado bovino mexicano respecto del estadounidense.

El año pasado, México exportó a Estados Unidos animales vivos por US$ 1.130 millones, con una participación de 98% de ganado bovino. En tanto, vendió a ese país carnes y despojos comestibles por US$ 1.990 millones, con una participación de 86% de productos bovinos.

Autores

El Economista