La isla mantiene un ascenso en sus ventas de ron, aunque deben incrementarse aún más entre los años 2020 y 2022 bajo los beneficios de la Ley 118, que rige la inversión extranjera y la creación de nuevas empresas mixtas en el país.
Cuba. La Habana busca la participación de capital extranjero para incrementar la exportación del más emblemático de los rones de la isla, el Havana Club, cuyas ventas mantienen una tendencia ascendente y se consolida en el mercado mundial.
"Se necesita la participación de capital extranjero, no para hacer fábricas nuevas, sino para invertir en los mercados de destino y colocar allí nuestros productos, porque la promoción y la publicidad son componentes esenciales de las ventas actuales", dijo a periodistas el presidente de la estatal Corporación CubaRon, Juan González.
De acuerdo con cifras de la empresa, la isla mantiene un ascenso en sus ventas de ron, aunque deben incrementarse aún más entre los años 2020 y 2022 bajo los beneficios de la Ley 118, que rige la inversión extranjera y la creación de nuevas empresas mixtas en el país.
González destacó la importancia de incrementar ingresos por exportaciones, así como de darle más valor añadido al producto para optimizar el efecto económico sobre las ventas y apuntó que en la actualidad se obtienen 36 dólares por caja de nueve unidades, "pero sería magnífico si se pudiera llevar a US$40".
El empresario señaló que "para saber acerca de nuestras ventas hay que hablar primero de las producciones, de cómo las aseguramos, de las inversiones que estamos haciendo".
También resaltó el trabajo de marcas como el caso de Havana Club, que desarrolló una estrategia que permite las ventas hasta 2030.
Esa bebida se produce en la mayor planta de procesamiento de ron del mundo, en plena llanura de la provincia cubana de Mayabeque, de donde salen los rones oscuros ligeros comercializados bajo la marca Havana Club en más de 120 países y convertidos en uno de los principales rubros de exportación de la isla.
Una inversión de US$60 millones permitió la edificación de la fábrica, inaugurada el 7 de enero de 1997 y administrada por la empresa mixta Havana Club International S.A., sociedad creada cuatro años antes por CubaRon y el grupo francés Pernod Ricard.
Una destilería, áreas de añejamiento y mezcla y una embotelladora, conforman la planta de una moderna tecnología y capaz de procesar cada día 30.000 litros de la bebida más conocida de la isla, donde la elaboración del ron tiene una historia de más de 150 años.
En la planta se elaboran ocho tipos de rones, clasificados de acuerdo con la mezcla y el tiempo de añejamiento, una decisión que pasa por la pericia de los maestros roneros, un reducido grupo de expertos, que no suma la decena en todo el país y guarda los secretos de la gustada bebida.
"Hay una manera cubana de fabricar ron", que no se ha apartado en lo fundamental de la heredada hace más de un siglo por los primeros maestros roneros, explicó el especialista José Pablo Navarro.
Navarro, quien es considerado el primer maestro del ron cubano, precisó que esa bebida se fabrica en la isla a partir de la melaza de la caña de azúcar, que crece bajo un régimen de lluvias y de temperaturas.
En la actualidad el ron Havana Club ocupa el lugar 21 de la clasificación mundial de los 100 productores de bebidas espirituosas, que elabora la revista especializada Drink International, a pesar de que no puede acceder al mercado de Estados Unidos, que genera el 40%o de la demanda internacional.
El tupido entramado de leyes que conforman el bloqueo de Washington contra Cuba, aplicado desde hace más de medio siglo, prohíbe la venta de productos cubanos en territorio estadounidense, entre ellos el Havana Club.
Según empresarios de la firma, si esas regulaciones se levantan se podrán exportar cada año al mercado estadounidense más de dos millones de cajas de Havana Club, con la ventaja adicional que ofrece para Cuba la cercanía geográfica de ese espacio comercial.