En entrevista con "Der Spiegel", la ex fiscal general de Venezuela asegura que hay "sicarios" contratados para "encargarse" de ella. Además, denuncia la "corrupción" del Gobierno venezolano.

La ex fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, que se escapó la semana pasada de su país hacia Colombia y contra quien el régimen de Nicolás Maduro quiere solicitar una orden de detención a escala internacional, admitió temer por su vida en declaraciones que este viernes (25.08.2017) adelanta  el semanario alemán Der Spiegel. Por primera vez desde que emprendiera su espectacular huida, Ortega ha concedido una entrevista, en la que confiesa que decidió de forma espontánea salir de su país y admitió que en Colombia, país que le ha ofrecido asilo, no se siente segura.

"He recibido varias amenazas telefónicas. Cuando el Gobierno dictó la semana pasada una orden de detención contra mi esposo, tomé la decisión", indicó. Ortega, que sacó del país documentación que presumiblemente compromete a Nicolás Maduro, evitó dar más detalles sobre su fuga, en aras de no poner en peligro a las personas que la ayudaron a salir de Venezuela. "Si lo hago, el Gobierno enviará a sus esbirros para perseguir a mis colaboradores", agregó.

Pruebas que demostrarían la corrupción de Maduro. La calificada por Maduro como "fiscal rebelde" también indicó que tenía información de que se había contratado a sicarios para encargarse de ella. Luisa Ortega asegura tener en su poder pruebas que demostrarían la implicación de Maduro en tramas de corrupción. Según ella, el mandatario venezolano controla directamente a través de una empresa mexicana el sistema de reparto de alimentos en Venezuela, el llamado CLAP, Comité Local de Abastecimiento y Producción, con el que el Gobierno intenta afrontar la grave crisis alimentaria en el país y al que la oposición considera como parte del aparato de corruptelas.

Las acusaciones de Ortega se extienden también al vicepresidente venezolano, Diosdado Cabello, quien habría recibido sobornos por US$100 millones a través de una empresa en España relacionada con el caso de la constructora brasileña Odebrecht, implicada en escándalos de corrupción por todo el continente. "Estamos hablando de un grupo de personas que no son estadistas, sino criminales", declaró a Der Spiegel en la entrevista, que será publicada íntegramente este sábado. 

Ortega, una antigua simpatizante chavista convertida ahora en una crítica tenaz de Nicolás Maduro, espera que la comunidad internacional presione al presidente y dijo estar comprometida a "seguir luchando" por su país.  

La ex fiscal salió la semana pasada de Venezuela y buscó protección en Colombia después de que su marido fuera acusado de formar parte de una red de extorsión que utilizó a la Fiscalía General para esos planes.

Ortega fue destituida por la Asamblea Constituyente que se instaló en el país con poderes plenipotenciarios y la reemplazó por el simpatizante del chavismo Tarek William Saab. Ella sostiene que fue removida para impedir que siguiera investigando a funcionarios presuntamente involucrados en el caso de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht.