Lula dijo que el gobierno brasileño debería buscar la manera de que el país salga de la recesión e incluso usar parte de sus reservas internacionales en lugar de recortar programas oficiales de ayuda a los pobres.
Penedo. El ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva dijo a Reuters el miércoles que la reciente condena en su contra por corrupción puede significar que su Partido de los Trabajadores tenga que presentar otro candidato a las elecciones del próximo año.
En una entrevista durante una gira en autobús por estados del empobrecido noreste de Brasil, Lula dijo que el gobierno brasileño debería buscar la manera de que el país salga de la recesión e incluso usar parte de sus reservas internacionales en lugar de recortar programas oficiales de ayuda a los pobres.
Los dos gobiernos de Lula entre 2003 y fines de 2010 sacaron a millones de personas de la pobreza y las encuestas aún lo muestran como uno de los políticos más populares de Brasil.
Sin embargo, su futuro político pende de un hilo después de que el mes pasado fue hallado culpable de recibir sobornos de una empresa de construcción a cambio de ayudarla a ganar contratos con el gobierno.
Si esa condena se mantiene tras la apelación, Lula quedaría impedido de presentarse a las elecciones y podría ir a prisión.
"Yo sé lo que mis adversarios pretenden, yo sé del deseo que tienen de inviabilizar cualquier posibilidad de que yo sea candidato y yo estoy luchando contra eso", dijo Lula, de 71 años, en un cuarto de hotel donde reclamaba que los brazos le dolían de tanto abrazar a sus partidarios durante la gira.
Sin embargo, añadió Lula, "nadie es imprescindible, no existe nadie insustituible". "Si ocurre algún problema, el Partido de los Trabajadores debe tener la capacidad de lanzar otro candidato, por eso el partido tiene que estar fuerte", señaló.
Uno de los nombres para las presidenciales del próximo año es el exalcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, que ganó notoriedad como ministro de Educación de Lula y extendió el acceso a la universidad a los brasileños más pobres.
A cinco años de haber superado un cáncer a la garganta la voz grave de Lula ha perdido fuerza, pero sus encendidos discursos siguen teniendo el poder de convocar a la audiencia con su crítica a las elites brasileñas.
Las acusaciones de corrupción y el juicio político en 2016 a la sucesora de Lula, Dilma Rousseff, provocaron que muchos militantes abandonaran el partido y que hubiera importantes retrocesos en las elecciones locales del año pasado.
Lula dijo que los militantes que se fueron del Partido de los Trabajadores no se han unido a otras fuerzas y que, con los escándalos de corrupción enlodando a gran parte de la clase política brasileña, siguen indecisos y podrían volver.