El ministro Marcelo Mena, PhD en Ingeniería Ambiental de la Universidad de Iowa, conversó con AméricaEconomía sobre los lineamientos de su gestión y de la polémica gestión de su antecesor, Pablo Badenier, entre otros temas.
-¿Por qué pasó de ser un investigador independiente en el tema ambiental a participar dentro un gobierno del cual usted también fue crítico?
-Con mucha humildad yo te puedo decir que entré con guitarra, o sea, vine sabiendo ya temas los cuales habíamos trabajado desde hace mucho tiempo. Es simplemente aplicar ideas que desarrollé en conjunto con diversos investigadores. En mi caso se dio un camino hacia la investigación, hacia la política pública, porque una cosa es hacer ciencia y otra cosa es hacerla con vocación de servicio.
-Usted antes de entrar al gobierno era gran activista por la solución de la contaminación atmosférica; hoy está en la posición de tomar esas decisiones. ¿Qué medidas ha impulsado en esta área?
-Lo que hicimos fue aplicar medidas sanitarias con el Ministerio de Salud, sin esperar que hubiera planes de descontaminación. Típicamente un gobierno realiza dos planes de descontaminación; nosotros en el Ministerio de Medio Ambiente llevamos 14 planes y eso es un gran logro, porque se podían hacer más e hicimos más.
-¿Por qué el tema medioambiental no está en la agenda del gobierno de forma prioritaria?
-Si tú les preguntas a las personas por el tema medioambiental, sí le importa el aire que respira, el cambio climático y después de un proceso constituyente el tema surge como dos de los más mencionados en cuanto a los deberes. Para que esto se visibilice más, hay que verlo desde la agenda 2030 de los objetivos de desarrollo sustentable, donde todas las políticas públicas tengan estos objetivos considerados.
-Hoy el Ministerio del Medio Ambiente de Francia pasó a llamarse Ministerio de la Transición Ecológica y Solidaridad, incluyendo temas de género y reivindicaciones sociales ¿Cómo ve usted ese planteamiento?
-Claro, esa evolución se da porque son temas de convivencia social relacionado con tu entorno; ahí se ven temas de identidad sexual o derechos homosexuales. Ahí te puedes dar cuenta que el tema ambiental es una materia transversal de la agenda más progresista.
-Muchos países apuntan a un crecimiento verde.
-Así es, yo he estado participando en dichos foros organizado por el gobierno danés y dando la imagen por Chile que hemos sido un país que tiene un marco regulatorio que fomenta el crecimiento verde y que estamos trabajando en políticas claras.
-Expertos y organizaciones ambientalista criticaron fuertemente a su antecesor Pablo Badenier por el fuerte lobby que recibió la Ley de Glaciares por parte del sector minero. ¿Lo ve asI?
-No estoy de acuerdo, yo creo que Chile si se beneficia con la ley de glaciares y la verdad lo que importa en este tema es que tenemos que tener legislaciones que se dan dentro de un proceso de diálogo y que su existencia es mejor que su falta de regulación. Han sido injustas dichas críticas como también los hechos a los servicios de biodiversidad, ya que es una entidad que está tratando de dar un marco legal a lo que existe hoy, que es muy débil en favor de sancionar a personas que puedan dañar las diferentes áreas protegidas.
Superficialidad
-¿El movimiento ambiental en Chile ha sido injusto en sus críticas con las iniciativas de este gobierno en materias de medio ambiente?
-El movimiento ambiental en Chile ha tenido tantas derrotas, que cuando gana le ha costado reconocer ciertas victorias. Yo no veo que sientan la misma alegría con ciertos avances. El año pasado se acusó de un abandono de deberes a la gestión de Badenier, situación que me parece absolutamente injusta. Se hicieron siete veces más planes de descontaminación; se crearon más áreas protegidas superficiales que cualquier otro gobierno desde Eduardo Frei Montalva (1964-1970). Junto con ello, la mayor área protegida de zonas marinas en la historia de Chile. y que eso sea insuficiente. me parece triste.
El movimiento ambiental en Chile ha perdido el foco, se han centrado en problemas que no afectan a la gente, sino a los que dan más titulares de prensa.
-Hace poco se hizo una reforma al código de aguas redactado en dictadura. ¿Lo considera suficiente?
-Es un avance, se privilegia como derecho para el consumo humano, se otorga el uso de aguas para parques nacionales; hay una serie de progresos en dicha legislación. Yo soy fiel creyente de la gradualidad de las normativas para poder lograr los cambios. Hay que aprender a caminar antes de correr. No puede ser que cada legislación que se produce sea la mejor o la peor del mundo.
-¿Cómo ha estado el monitoreo de los estándares cumplidos en Chile bajo el acuerdo de París?
-Lo importante es que tenemos a que apuntar a tener cero emisiones netas hacia finales de siglo a nivel global y es muy importante que tengamos un sector eléctrico que esté casi llegando a un 90% de energías renovables. Eso nos hace pensar que no es tan descabellado pensar en un sistema energético neutro. Lo más importante para nosotros es el sector transporte en razón del crecimiento del parque vehicular que borra los avances que estamos logrando en energía, por lo tanto, el cumplir el acuerdo de descarbonizar en un 30% a 40%, respecto del PIB, no están fácil. Por eso es buena noticia lo de la línea 7 del Metro que permitirá por si solo la baja de los gases de tipo efecto invernadero en la ciudad de Santiago.
-¿Es un peligro la salida de EE.UU de dicho acuerdo?
-Estamos decepcionados, pero pensamos que solo va hacer un asterisco en la historia climática; y al mismo tiempo el Sr. Trump dice que quiere poner paneles solares en el muro entre su país y México, y ahí él reconoce el beneficio de las energías renovables; es una contradicción en sí mismo. Al final su política es como querer volver al BlockBuster cuando tienes hoy NetFlix.
Amor a la naturaleza
-Sebastián Piñera declaró un amor por la naturaleza al hablar sobre Tantauco, su parque privado de conservación ambiental ¿Esa frase va de acuerdo con lo que el realizó en su gobierno?
-Yo creo que no concuerda con su gobierno. Nosotros no pensamos que el desarrollo económico y energético tenga que ser mediante grande proyectos; nosotros demostramos que sí se podía bajar los costos. No le preguntamos a los incunbentes, sino a la sociedad entera, y con ello evitar estar siempre sumido en el status quo.
-¿Cómo hacemos para que el Ministerio del Medio Ambiente no esté supeditado a la agenda del Ministerio de Hacienda?
-La visión que hay que tener hoy día es que si le cierras la puerta el crecimiento sucio, le abres la puerta al crecimiento verde. Eso es lo que estamos haciendo con nuestra relación con el Ministerio de Energía. Yo creo que hay que crecer y proteger al mismo tiempo, pero sin crecimiento no hay una transformación hacia tecnologías más sustentables.
-¿Cuál es el centro de su gestión?
-Uno de los puntos centrales de mi gestión es entender la economía de los temas ambientales. La derecha tenía el patrimonio del instrumento de la economía y la izquierda tenía el comando control, pero la coalición que hoy representa Chile Vamos nunca hizo nada en términos ambientales.