Un reciente análisis del Banco Mundial destacó que la agricultura de regadío puede ser vital para un clima cambiante y un salvavidas para los agricultores dentro de los sistemas agroalimentarios. Esto, considerando que en la actualidad -según el organismo – 222 millones de personas en 53 países se enfrentan a la inseguridad alimentaria aguda. 

Considerando que en todo el mundo, las sequías han sido prolongadas y las lluvias han sido erráticas, esta herramienta se vuelve una fuente confiable de agua, cuando otras, literalmente, no han dado el ancho. 

El riego, si es bien implementado, es un aliado poderoso al momento de impulsar la agricultura en los campos. A su vez, si es tratado con elementos de innovación y tecnología, se desarrollará de manera más rápida y efectiva para lograr el crecimiento agrícola apropiado. 

En ese sentido, tal como señala el Banco Mundial, puede aumentar la productividad de la agricultura y reducir la pobreza. Para esto, el uso de herramientas como la tecnología que permita a través de aplicaciones el optimizar de mejor manera el agua del regadío ayudará a una mejor distribución del recurso. 

La modernización tiene además otros beneficios como el diversificar los tipos de cultivo. Además, implica mejoras técnicas, pero a la vez administrativas: Las leyes y las regulaciones ya están impulsando una adaptación a la nueva era tecnológica y facilitando que las implementaciones de ese tipo se realicen. Al ejecutar cuidadosamente la innovación en el riego agrícola mejora la resiliencia al cambio climático, y además permite reducir las emisiones de carbono. 

Por otro lado, permitirá que los alimentos se puedan cultivar de manera más eficiente. El agua debe ser un catalizador para transformar de manera total a los sistemas alimentarios. 

El Estado tiene el rol de fomentar el desarrollo tecnológico, y en los campos a través de la capacitación de agricultores y accesibilidad a estas tecnologías es fundamental. Sin embargo, el sector privado también tiene un papel relevante para fomentar el uso de nuevos métodos. Por tanto, la alianza público privada permitirá que la modernización del riego asegure un futuro agroalimentario sostenible. 

Países como Chile han sido pioneros en el desarrollo e implementación de tecnologías en esta materia, posicionándose a la vanguardia y dando ejemplo a países desarrollados. El mundo avanzará a que 10 mil millones de personas deban ser alimentadas para 2050. Lograr este objetivo en nuestro país y el mundo, requerirá voluntad política, reformas sustanciales, y, por sobre todo, un enfoque innovador del cual nosotros esperamos seguir siendo parte.