La extrema volatilidad que han sufrido los mercados a raíz de la pandemia del coronavirus ha reforzado la importancia de buscar fuentes alternativas de rentabilidad. Incluso en el actual y complejo escenario, las inversiones alternativas han seguido mostrando características atractivas dentro de una cartera de inversión, como baja correlación con los mercados públicos, protección y rentas estables. Al mismo tiempo, la fuerte corrección y la revalorización de los activos también están creando oportunidades de inversión altamente atractivas, a corto y largo plazo, para las inversiones alternativas.
Antes de esta crisis, las valoraciones a través de las distintas clases de activos eran elevadas y la inversión de capital era altamente selectivo. Si bien las ventas masivas en marzo provocadas por inversionistas en busca de liquidez se han retraído debido a acciones por parte de los bancos centrales sin precedentes, es probable que la crisis actual implique cambios fundamentales a largo plazo en la relevancia de ciertos modelos de negocio de compañías.
Nuestros clientes reconocen que estas distorsiones crearán grandes oportunidades de inversión, pero el desafío es saber exactamente cómo y dónde se presentarán las oportunidades más atractivas. Estas oportunidades variarán según el tipo de activos o la región, y es muy probable que surjan en diferentes momentos. Adicionalmente las limitaciones estructurales de acceder a estas oportunidades en el negocio alternativo deberían proporcionar una ventaja competitiva a los gestores e inversionistas con capital flexible ya disponible y listo para invertir. Ahora cobra más importancia que nunca aquellos administradores (managers) que cuenten con una plataforma de originación de oportunidades diversificada y de escala, los cuales estarán mejor posicionados para capturar áreas atractivas del mercado antes de que esas oportunidades se llenen o se disipen.
Un área donde vemos gran oportunidad es en deuda privada. Creemos que los mercados de crédito son muy distintos de lo que eran durante la crisis financiera global de 2008, especialmente dado el fuerte papel que el capital privado ha desempeñado en sustitución de las entidades bancarias desde la crisis. En este sentido, prevemos que las empresas necesitarán acceso a soluciones de liquidez y capital más flexibles a corto plazo, presentado oportunidades para obtener rendimientos más atractivos y términos más favorables. En direct lending, por ejemplo, esperamos una importante mejora en precios y en calidad de los covenants, lo que beneficiará a los inversionistas de renta fija con mejores perfiles de rentabilidad/riesgo en sus inversiones. El enfoque debe estar en el financiamiento de deuda senior garantizada en sectores defensivos (por ejemplo, en la industria de salud) o en empresas con ingresos contractuales, ya que se verán menos afectados por acontecimientos macro. Además, esperamos un incremento importante de oportunidades en áreas del mercado de crédito distressed que se acentuarán considerablemente en los próximos 6 a 9 meses.
Por el lado de equity, creemos que las mejores oportunidades se presentarán en el mercado secundario de private equity (PE). Los tiempos en que existe una distorsión en el mercado están hechos para capital privado en fondos secundarios, ya que se ha demostrado que la estrategia prospera durante los ciclos volátiles como capital flexible basado en soluciones, impulsado por inversionistas que necesitan liquidez o que requieren rebalancear portafolios y están forzados a la venta de activos, generando mayores descuentos para que los inversionistas que tengan la liquidez. Además, el mercado secundario es una herramienta eficiente para arbitrar valor y capturar ineficiencias en el mercado de PE.
Por último, en el mercado de alternativos líquidos, los fondos de cobertura (hedge funds) han sido un pilar clave, proporcionando diversificación y protección a los portafolios de clientes. En este entorno, la elección del manager es esencial, dada la significativa dispersión de rentabilidades que hemos vuelto a ver entre los mejores y los peores deciles a través de todas las disciplinas. En particular, vemos gran oportunidad en este escenario de volatilidad en las estrategias de event driven donde habrá un incremento sustancial de oportunidades de inversión que arbitren distintos eventos corporativos.
Si bien el escenario cambia entre las distintas clases de activos, tenemos certeza de que: los mercados privados seguirán creciendo y evolucionando. Habiendo triplicado su tamaño de US$ 2,5 trillones en 2007 a aproximadamente US$ 7,7 trillones hoy, esperamos que los mercados privados jueguen un papel importante a medida que salgamos de esta crisis, proporcionando a las empresas con fuentes de capital muy necesarias –y más flexibles–.