¿Perderemos nuestros trabajos? ¿Tendremos que enfrentarnos a la rebelión de las máquinas? Acá la opinión de algunos expertos sobre qué podemos hacer los humanos con esta innovación.
El mundo de la inteligencia artificial ha sido de especial interés para la ciencia ficción. Con ejemplos como Terminator o incluso, películas como Her, muchos de nosotros tenemos esa idea en nuestras mentes cuando pensamos en esta tecnología.
No obstante, ¿es realmente este el escenario que nos traerá esta innovación una vez que se establezca en nuestro día a día?
Lo primero, sin duda, es entender qué significa esta tecnología. “Inteligencia Artificial es una sombrilla de muchas cosas. Muchos dicen que son todas las cosas que no sabemos hacer, y cuando sabemos hacerlo ya no lo llamamos AI. Sin embargo para mí, la base es que es un sistema que puede ir aprendiendo”, explica Stephen Brobst, Chief Technology Officer de Teradata (en la foto inferior).
De esta manera, la inteligencia artificial ha dejado de ser lo que hace algunos años veíamos con ejemplos como Deep Blue, una máquina capaz de competir e incluso, ganarle, a los mayores jugadores de ajedrez en el mundo.
Por el contrario, según Brobst, hoy en día AI son sistemas como Alpha Go. Una plataforma que no aprende una serie de jugadas o posibilidades de movimientos de fichas para ganar una partida de ajedrez, sino que puede competir en juegos mucho más complejos como el Go. ¿Cómo? Aprendiendo en cada una de las partidas, y no sólo funcionando como un algoritmo de estrategia.
Los peligros de avanzar
La preocupación de muchas personas al pensar en estas tecnologías tiene relación con la posibilidad de perder sus trabajos ante las máquinas. Es decir, que sean reemplazados completamente por sistemas inteligentes.
Esto, según Nadeem Gulzar, ejecutivo de Danske Bank, no es una oportunidad real. “Lo importante es que vamos a ayudar a los humanos a enfocarse en lo que es relevante. Dejando de lado la estática y el exceso de información, para que puedan centrarse en lo esencial (...) Por otro lado, aunque tenemos que confiar en que el sistema de machine learning va a ser efectivo, también es deber de nosotros cuestionar su funcionamiento”, señala el ejecutivo.
Esta es una visión que comparte Andrew Stephen, profesor del Said Business School de la Universidad de Oxford. “La tecnología entrega más tiempo libre que no necesariamente gastamos en actividades productivas. Creo que eso finalmente es bueno porque nos da la libertad de elegir”, señala.
Si bien lo lógico sería pensar que las nuevas profesiones que serán vitales en el futuro, y que no perderán su empleo serán los programadores y los científicos de datos. Según Stephen, los profesionales que estarán a salvo no serán precisamente ellos.
“En mi opinión lo necesario no van a ser solamente las capacidades técnicas, sino que el pensamiento lógico detrás de estas herramientas. Es decir, poder liderar y ver cómo llevar este cambio a gran escala”, agrega el profesor de Oxford.
Obviamente, esto no significa que todos estaremos a salvo de perder nuestros empleos ¿Qué trabajos sí van a desaparecer? Brost asegura que existe un área que sí podría perder su empleo en el futuro, y no va a estar precisamente en el equipo TI de las empresas.
“Hay un gran porcentaje de hombres sin conocimientos educacionales que viven de conducir. Este es el trabajo que más fácilmente va a desaparecer con la inteligencia artificial, específicamente con la llegada de los vehículos autónomos. Y esa también será una brecha en la que van a tener que pensar quienes implementen esta innovación”, señala el CTO de Teradata.
No obstante, esta no es una preocupación que pueda extrapolarse al nivel de que las máquinas puedan revelarse, como en el universo de ciencia ficción que vemos en Terminator.
“Pensar que se va a crear una red como Skynet es Hollywood, no es la realidad. Hay un científico de Standford que tiene una frase perfecta para ese temor: preocuparse porque la inteligencia artificial se tome el mundo, es como preocuparse por la sobrepoblación en Marte. Primero lleguemos a Marte y después nos preocupamos por otras cosas”, analiza Brobst.
Nuevas generaciones: ¿qué pueden hacer?
Otro grupo de la sociedad que verá de cerca este giro hacia la inteligencia artificial será la generación alfa, aquellos niños que nacieron después del año 2010 y que no tendrán una experiencia de vida análoga en ningún punto.
Según Andrew Stephen, el desarrollo de nuevos sistema en inteligencia artificial dependerá precisamente de cómo se eduque a esa generación.
“El código no lo será todo, ya que es más importante aprender a resolver problemas. Ese tipo de pensamiento estará eventualmente por sobre las habilidades técnicas”, comenta el académico.
En esta línea, un punto importante será la creatividad, el santo grial de los futuros profesionales en un mundo autónomo con plataformas inteligentes.
“Si tuviera un hijo pequeño hoy en día probablemente lo incentivaría a que aprenda a programar. Sin embargo, lo importante es que puedan crear contenido creativo. Actualmente no estamos invirtiendo suficiente en el área de artes y creatividad en los colegios. Un científico de datos tiene que ser más que un experto en matemática, tiene que tener un tipo de pensamiento diferente y para eso se necesita más que solamente saber programar”, comenta para cerrar el CTO de Teradata.