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Alumna del chino mandarín se convirtió en maestra de enseñanza de este idioma
Lunes, Junio 29, 2015 - 10:11

Como todo los principiantes en el estudio de una nueva lengua, la mayor dificultad para Andrea Daza era la pronunciación.

La joven peruana Andrea Daza, de 21 años y cuyo nombre chino es Luo Xiaoling, estudia el octavo ciclo en la Facultad de Traducción de la Universidad Particular Ricardo Palma (UPRP) y también es profesora del instituto particular Intercambio Cultural Sino-Peruano (INCSIP), en Lima.

Su inclinación por aprender la lengua de Confucio y la cultura china le ha permitido pasar de aventajada alumna del chino mandarín a maestra de enseñanza de este idioma. Cuando habla chino su pronunciación es muy precisa y fluida.

"Yo siempre quería aprender chino, desde niña. Al ver que los personajes hablaban chino en el canal CCTV-4, me sentía muy interesada aunque no los entendía, y cuando veía un carácter chino, tenía el deseo de aprenderlo", relató Luo a Xinhua.

Daza nació en la ciudad de Arequipa, capital de la región del mismo nombre situada en el sur peruano. Sus padres, funcionarios de una entidad bancaria, no tienen vínculos con China, salvo su admiración por la cultura milenaria y su vertiginoso crecimiento, por lo que no entendían por qué la joven ambicionaba aprender un idioma que les era desconocido y difícil.

Cuando inició sus estudios en la educación secundaria, volvió a pedir aprender chino y sus progenitores terminaron por acceder. Luo viajó a la capital peruana y se matriculó en un instituto de idiomas. Como todo los principiantes en el estudio de una nueva lengua, la mayor dificultad era la pronunciación.

"En aquel momento, mis compañeros de aula eran todos adultos, de un promedio de 30 años de edad, y yo era apenas una adolescente y sentía vergüenza de pedir ayuda al maestro; entonces, decidí grabar todas las palabras del profesor. Y con la grabación, practicaba a diario la pronunciación en casa, hasta alcanzar a dominarlo en un nivel básico", relató.

En vísperas del examen de ingreso a la universidad para ser una profesional en Medicina Humana, Luo Xiaoling, con menos de un año de estudio de chino, dejó su plan original para dedicarse al idioma. Eso sí, hizo un acuerdo con el director de la Escuela China: de aprobar el nivel quinto del HSK (examen oficial de esta lengua), asumiría el cargo de profesora para enseñar chino en el INCSIP.

Asimismo, decidió postular su ingreso a la Universidad Particular Ricardo Palma de Lima, actualmente la única de educación superior en América del Sur que incluye en su currículo la traducción del mandarín a idiomas occidentales. Previamente, en marzo de 2011, la UPRP suscribió un acuerdo con la Universidad Normal de Hebei para crearla .

Luo Xiaoling se matriculó entonces con el primer grupo de estudiantes para traducción, luego de superar rigurosos exámenes.

De acuerdo con el reglamento de la Escuela de Idiomas de la UPRP, los estudiantes deben cubrir un período de cinco años; en los dos primeros, se encaminan a dominar técnicas de conversación, gramática, lectura y escritura y otros aspectos del aprendizaje de chino básico, teniendo en cuenta otros cursos pertinentes.

En el tercer año, los que aprueban viajan por un año a la Universidad Normal de Hebei y en los dos últimos tienen la opción de especializarse en la interpretación en chino de alguna lengua occidental, en áreas de negocios, finanzas y de ciencia y tecnología.

A través del trabajo práctico, paciente y duro, la joven pasó el HSK 5 en el segundo año universitario y, en agosto 2013, ganó una beca para ir a Universidad Normal de Hebei con un año de antelación.

Durante su permanencia en China, Luo Xiaoling estudió sistemática e integralmente el chino. Según ella "el mayor logro del viaje a China es que se aceleró la velocidad de hablar chino significativamente, y la pronunciación correcta".

De hecho, esta simpática muchacha, habla en mandarín sin que se le note acento extranjero; la gente puede creer que se trata de una nativa china por el dominio de su lengua, a pesar que sus rasgos físicos son latinoamericanos.

Sobre su experiencia en China, Andrea Daza rememoró que no solo mejoró la capacidad de dominar el idioma de Confucio sino también entendió más sobre la cultura china; además de sentir personalmente el entusiasmo y la hospitalidad de los chinos.

Aprovechando su estancia de un año, visitó Beijing, Shanghai, Xi'an, Hangzhou y Guangdong, entre otras tantas ciudades y provincias chinas.

"China es demasiado grande, cada lugar es diferente, tienen sus propias características e incluso la comida es diferente; por ejemplo la cocina de Sichuan se caracteriza por ser picante mientras que la sureña es dulce. Me gusta comer setas (hongos) picantes, kebabs calientes y 'huoguo'; hasta engordé por comer esas ricas comidas locales", confesó.

A su regreso al Perú, Luo Xiaoling no olvidó el compromiso con el director del INCSIP y retomó la enseñanza del idioma chino.

"Yo solo enseño clases de nivel básico. Recuerdo la primera vez que di la clase, me sentía muy tensa, como todos me miraban dudosamente, y no creían que una profesora no china, podía enseñar bien. Pero con el tiempo, ellos me aceptaron poco a poco. Me siento muy feliz y muy aficionada a la enseñanza del chino", expuso.

Volver otra vez a China es el permanente anhelo de Luo Xiaoling. Con ese fin, se inscribió en la competición "Puente Chino" en Perú, versión 2015; con un discurso sobre China, improvisadas respuestas ante un jurado evaluador y mostrando su talento para replicar una actividad cultural, en su caso un baile folclórico de la etnia dai, el jurado calificador la declaró ganadora del concurso realizado en la Casa de la Amistad China-Peruana.

Ahora participará representando a su país en la fase final de la competición en Shanghai, entre mediados de octubre y principios de noviembre de este año.

Ella dijo que nunca olvidará la noche del 13 de junio, en la Casa de la Amistad Chino-Peruana en Lima, cuando, tras su excelente actuación frente a otros siete finalistas, en medio del aplauso del público asistente, subió al escenario para recibir de manos de la embajadora china, Huang Minhui, el diploma de haber calificado en primer lugar y, por ende, viajar nuevamente a China para representar a su patria en un concurso mundial sobre lengua y cultura de China.

Autores

Agencia Xinhua.