¿Cómo recuerda el cerebro las experiencias aterradoras?
Miércoles, Febrero 22, 2017 - 09:08
Gracias a pruebas en ratones, neurólogos norteamericanos averiguan la actividad eléctrica dentro del hipocampo, responsable del miedo humano.
Pese a que el miedo para los humanos representa una emoción compleja, neurólogos de la Universidad Rice y la Escuela de Medicina de Baylor intentaron averiguar en ratones cuáles son las bases cerebrales que responden ante dicha impresión. Es muy difícil, consideran los científicos, probar la raíz en humanos, de allí que los ejemplares sirvan no solo para este cometido sino con el fin de encontrar luces frente a la lucha contra el alzhéimer y otras enfermedades neurodegenerativas. (Lea: Lo que la ciencia sabe de los zombis)
El descubrimiento, publicado en la revista Nature Neurosciencie, indicó que un grupo de neuronas ubicadas en el hipocampo funcionan como una alarma basada en referentes de dolor. Experiencias antiguas, como pasar por un lugar peligroso, fueron traducidas en patrones de ondas eléctricas dentro del cerebro de los ratones del experiemento.
Los ejemplares fueron sometidos a una descarga eléctrica moderada al atravesar un conducto, que no volvían a cruzar por haberlo aprendido como un lugar peligroso; es decir, el aviso por actividad eléctrica de un grupo de neuronas, advirtieron los investigadores norteamericanos. De acuerdo con Daoyun Ji, uno de los autores del estudio, “cando una rata está en un lugar determinado, un grupo de neuronas genera un patrón específico de picos eléctricos, y cuando se mueve a otro lugar, un grupo diferente de neuronas genera otro patrón de picos».
De esta manera, ante la diferencia de los patrones, “nosotros podemos predecir dónde está el animal con tan solo mirar su patrón de actividad cerebral”, concluyó Ji. Las neuronas, conocidas como células de lugar, desatan pulsos eléctricos específicos, los cuales fueron revelados a través de pequeños electrodos insertados en el laboratorio.
Así, la huella de estas células fue la muestra de que cada que vez que se acercaban al conducto manipulado, los picos del patrón eléctrico volvían a aparecer. Con este hallazgo, los neurólogos intentan entorpecer el patrón de picos y poder cambiar el comportamiento de los ejemplares. Lo último resulta provechoso para saber si las neuronas que traducen el miedo están implicadas a enfermedades neurodegenerativas.