Argentinos, brasileños, chilenos y mexicanos fueron examinados en un estudio elaborado por la empresa de reclutamiento de ejecutivos Michael Page para entender sus fortalezas, debilidades, ambiciones, creatividad y cuánto salario ganan en promedio, entre otras cosas.

Si bien provienen de países vecinos o de la misma región, tienen edades similares y son graduados de carreras relacionadas con los negocios, piensan y se comportan distinto. Pese a estar tan cerca, existen varias diferencias entre ejecutivos argentinos y chilenos, por ejemplo. Mientras los primeros son bastante creativos y están acostumbrados a los cambios, los segundos no suelen ser muy imaginativos y se guían por dictámenes y modas. Asimismo, los brasileños y mexicanos son más ambiciosos, aspirando a ser CEO, en cambio, los argentinos y chilenos se conforman con incrementar sus funciones operacionales y crecer dentro de la compañía en la que están hasta llegar a una posición regional.

Se trata de algunos de los hallazgos del estudio elaborado en 2011 por la empresa de reclutamiento especializado de ejecutivos Michael Page y que recogió datos de las oficinas de esta empresa en Argentina, Chile, Brasil y México, y donde se entrevistó a 45 mil ejecutivos.

De esta forma, se configuró el perfil de los ejecutivos de estos cuatro países latinoamericanos y en que se concluyó que se trata principalmente de hombres casados -con excepción de los mexicanos quienes están mayormente divorciados-, con edades entre los 40 y 50 años y con dos ó tres hijos, graduados de administración de empresas, ingeniería comercial o economía, y que trabajan entre 10 y 12 horas diarias.

Chilenos con bajo inglés y brasileños que quieren ser CEO

No es novedad que el inglés sea el idioma que todos debieran dominar si se trata de ocupar cargos importantes o desplazarse a grandes empresas o multinacionales, sin embargo, los ejecutivos chilenos resultaron tener poco dominio de esta lengua, incrementando su nivel generalmente en caso de estar en compañías multinacionales; en comparación con el resto de los profesionales de otros países entrevistados.

Probablemente por lo mismo, los chilenos suelen tomar programas de postgrados en escuelas de negocios locales, al igual que los argentinos. En cambio, brasileños y mexicanos, estudian en el extranjero. Sin embargo, los ejecutivos de Brasil por lo general escogen escuelas locales como la Fundación Getulio Vargas y la U. de São Paulo junto con MBA internacionales, y los profesionales de México se van a Estados Unidos o España.

Ante la consulta sobre a qué cargo aspira llegar dentro de cinco años, los ejecutivos brasileños no lo pensaron dos veces y afirmaron mayoritariamente querer ser CEO. Inmediatamente esto hizo un paralelo importante con el resto de los profesionales de la región, quienes aspiran a crecer dentro de sus empresas llegando a una posición regional. Pero la ambición también empapa a los profesionales mexicanos, quienes también, aunque más tímidamente, aseguraron querer ser CEO, pero sin evidenciar cuándo.

La creatividad está siendo una habilidad bastante demandada por las empresas, e incluso cada día se promueven más dentro de estas instancias o capacitaciones para fomentarla. Estos intentos, según esta investigación, tendrían una buena materia prima, tomando en cuenta que en Argentina, Brasil y México, los profesionales son ocurrentes. Sin embargo, los chilenos estarían en desventaja siendo menos creativos y actuando acorde con las directrices regionales.

A su vez, el liderazgo en cargos directivos es fundamental y también varía según el país de origen. Los argentinos y brasileños son quienes mejor se mueven, porque dirigen los equipos mediante sus capacidades sociales y habilidades interpersonales, mientras que chilenos y mexicanos lideran a través de la antigüedad y la autoridad.

Argentinos y brasileños: los reyes del emprendimiento y la rotación

Dejar la estabilidad que significa permanecer en una empresa para llevar a cabo un proyecto propio, no es fácil, sin embargo, al parecer los argentinos y brasileños no tienen miedo. Así quedó en evidencia en el estudio que también midió el nivel de emprendimiento. Eso sí, los ejecutivos de Argentina presentaron poca lealtad hacia la compañía.

En el otro extremo, el perfil más tradicional de los ejecutivos chilenos y mexicanos les afectó en su capacidad para ejecutar proyectos propios, debido a su temor por enfrentar los riesgos.

Coincide también que ejecutivos argentinos y brasileños presenten una mayor rotación, manteniéndose alrededor de cinco años en sus puestos. Para chilenos y mexicanos la rotación es baja: los primeros permanecen cerca de 15 años y los segundos alrededor de tres años.

Preocupante fue que los ejecutivos de los cuatro países en estudio se capacitan sólo ocasionalmente. Con excepción de los chilenos que lo hacen en menor medida y que cuando esto sucede se efectúa en la misma compañía.