El PIB se contrajo un 5,32% en el segundo trimestre, el más bajo desde el primer trimestre de 1999, anunció este miércoles Statistics Indonesia.
Todos sabían que el coronavirus tendría un impacto sobre la economía y la sociedad, aunque nadie dimensionó la escala. En el mar de comparaciones respecto de esta crisis con otras debacles previas, se ha afirmado que se parece a la gran depresión de 1929, la burbuja de las puntocom de 2000 y la crisis subrime de 2008.
Ahora, los resultados de Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo, hacen recordar a la temida crisis asiática de 1998.
Así al menos lo reportó el medio local The Jackarta Post hoy, cuando comparó los efectos del COVID-19 con los de la crisis financiera de fines del siglo pasado, basándose en las cifras duras de comercio y desempleo.
Concretamente, el PIB se contrajo un 5,32% en el segundo trimestre, el más bajo desde el primer trimestre de 1999, anunció este miércoles Statistics Indonesia (BPS).
La cifra es más profunda que la estimación del gobierno de una contracción del 4,3% y el consenso de los economistas de una contracción del 4,6% según una encuesta de Reuters.
El informe del PIB reflejó el impacto de la pandemia en la economía, ya que el gobierno ordenó la imposición de restricciones sociales a gran escala (PSBB) para contener la propagación del virus, lo que obligó a las empresas y fábricas a cerrar y a los consumidores a quedarse en casa durante gran parte de abril y Mayo.
Las medidas para contener el virus han afectado a la mayoría de los componentes de la actividad económica: 3,7 millones de personas han perdido sus fuentes laborales en lo que va del 2020, de acuerdo con datos de la Agencia Nacional de Planificación del Desarrollo (Bappenas). Así las cosas, pse ronostica que el número total de desempleados bordee los 10 millones de personas para fin de año.
La decisión del gobierno de levantar las medidas de contención a principios de junio ha revivido la actividad económica gradualmente, pero no a los niveles vistos antes de la pandemia, destacó The Jackarta Post.
Cifras desalentadoras. Segun los datos recogidos por el medio, BPS informó que el gasto de los hogares, que representa más del 50% del PIB, cayó un 5,51%, muy por debajo del crecimiento del 5,18% registrado en el mismo período del año pasado, liderado por un colapso casi total en el gasto en comidas de restaurantes, servicios recreativos y transporte, entre otros. Sin embargo, el gasto en salud y educación creció 2,02%.
Mientras tanto, la inversión cayó un 8,61 por ciento, muy lejos del crecimiento del 4,55% registrado durante el mismo período del año pasado, ya que las empresas retrocedieron bruscamente en su inversión en vehículos y otros productos.
Las exportaciones e importaciones también se desplomaron 11,66% y 16,96%, respectivamente, lo que refleja la desaceleración de la actividad económica mundial a medida que la pandemia golpeó.
Las exportaciones de productos y commodities distintos al petróleo y gas, así como las llegadas de turistas extranjeros cayeron bruscamente en el segundo trimestre.
Mientras tanto, el gasto gubernamental cayó un 6,9% en el segundo trimestre, inferior al crecimiento del 8,23% registrado en el mismo período del año pasado, ya que redujo el gasto en viajes de negocios y canceló eventos.
El gobierno ha asignado US $ 47.500 millones para estimular la economía y fortalecer la respuesta pandémica del país, pero el desembolso lento debido a la burocracia y el aumento de los casos de COVID-19 podría limitar la recuperación económica.
El gobierno espera un crecimiento de todo el año del 1% en el mejor de los casos, o una contracción de todo el año del 0,4% en el peor de los casos este año, dependiendo de la gravedad del daño y del tiempo que tarde el país en recuperarse.
Las proyecciones del Banco Central. El Banco de Indonesia, en tanto, predice una "recuperación en forma de U", lo que significa que es probable que a la economía le tome más tiempo recuperarse. Una recesión técnica, es decir, dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, sería la primera del país desde la crisis asiática de 1998.
Y en el peor de los casos, el gobierno espera una contracción anual del 0,4%, según reportó este miércoles el medio económico Nikkei Asian Review.
Pero esos datos, que de todos modos no son espectaculares, tendrían un optimismo que no es compartido por el sector privado, destaca el medio nipón, que entrevistó a economistas y analistas internacionales como Oxford Economics y Capital Economics.
La primera entidad pronostica "un camino de recuperación lento con un crecimiento anual que aún se contrae en la segunda mitad del año antes de regresar a territorio positivo en 2021", en tanto que la segunda aventura un PIB que se contraería en 3% durante lo que resta de 2020
"El país aún reporta aproximadamente 2,000 nuevos casos de coronavirus al día, con pocas señales de que el virus esté bajo control (...) El miedo a contraer el virus significa que las personas serán reacias a reanudar completamente sus vidas normales. El distanciamiento social tendrá que durar más tiempo", destacó Nikkei.