Cada vez más son las empresas, los políticos e instituciones que crean campañas de “influencer marketing”.
Según un estudio publicado en la Revista Forbes, 84% de los profesionales del marketing planifican ejecutar al menos una campaña de marketing de “influencers” en los siguientes 12 meses, dato que revela la importancia incuestionable de esta tendencia en el marketing de influencias.
El mundo ha cambiado y con él la forma de consumir contenido, de consumir medios y de actuar con conocidos, y con la evolución vertiginosa del marketing digital en la última década, cada vez más son las empresas, los políticos e instituciones que crean campañas de “influencer marketing”.
¿Cómo funciona el marketing de influenciadores en la política?
“Cada vez más políticos han descubierto el poder de las redes sociales e invierten una buena parte de su tiempo en ellas para generarse una marca personal. La marca personal es el primer paso para poder influenciar a una audiencia y transmitir conceptos para que esta audiencia se genere una opinión concreta sobre la figura pública", dice Alexander Theis, cofundador de Tink, entidad especialista en el marketing digital de referidos.
Esto sucede, agrega Theis, porque "con una marca personal el electorado percibe al político como un líder de opinión y una figura que está en política para ayudar al ciudadano y para preocuparse de las cosas que afectan a todo el mundo”.
Además, el mundo de Internet permite a los políticos recibir atención de su electorado y cuando una persona recibe atención, tiene el camino allanado para poder influenciar a sus seguidores.
Crear una marca personal abre las puertas a muchas oportunidades, pues permite comunicarse de forma directa con las personas, permite transmitir conceptos específicos o visiones personales que pueden atraer a la gente a votar por una persona en concreto u otra.
La mayoría de campañas electorales empiezan en el mundo online y casi la totalidad de los políticos usa herramientas como Youtube live, Facebook live, Twitter, Facebook o Instagram para promocionarse.
"De hecho, si un político no está presente en redes y no comunica regularmente con su audiencia generando ‘engagement’, tiene una probabilidad mucho más alta de fracasar”, dice Theis.
El marketing de influencias ha llegado a la política para consolidarse y con el crecimiento exponencial del tiempo invertido en redes, cada vez serán más los políticos van a intentar ganar votos en el mundo digital.
Con una política de influencia bien ejecutada, un político tiene el poder de comunicarse de forma regular con sus seguidores y de obtener los resultados deseados, ya sean donaciones, activismo político, educación ideológica y finalmente lo más importante: el voto.
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