"Este es un día histórico, porque la reforma tributaria que estamos promulgando hoy es un instrumento poderoso que dará a Chile más y mejores oportunidades de desarrollo, con inclusión", dijo Michelle Bachelet.
Santiago. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, promulgó la reforma tributaria que eleva de 20% a 27% los impuestos que pagan las grandes empresas y crea mecanismos de pago en utilidades reinvertidas.
"Este es un día histórico, porque la reforma tributaria que estamos promulgando hoy es un instrumento poderoso que dará a Chile más y mejores oportunidades de desarrollo, con inclusión", dijo la mandataria desde el Palacio de La Moneda (sede presidencial) en Santiago.
Explicó que la reforma permitirá la recaudación de alrededor de US$8.300 millones cada año, "con lo que aseguraremos financiamiento permanente para aquellas transformaciones comprometidas en áreas como educación, salud y protección social".
La jefa de Estado destacó que la tasa de impuestos "entrega una nueva señal de certidumbre y reglas claras a los agentes económicos. Con ello, están dadas todas las condiciones para que pongamos manos a la obra y juntos recuperemos la senda de mayor crecimiento".
La ley que entra en vigencia a partir de este viernes, es una de las reformas "eje" planteadas por Bachelet en su segundo mandato que inició el 11 de marzo pasado y que deberá prolongarse hasta 2018.
El objetivo primordial del cambio promulgado es financiar otras reformas del gobierno planteadas para esta segunda administración, sobre todo la eductiva.
La mandataria chilena ha expresado en distintas ocasiones que la reforma a la educación es la más importante de su gobierno y es una respuesta a las manifestaciones estudiantiles de 2011, las mayores desde 1990 en demanda de fortalecer la enseñanza pública.
En un inicio, la normativa encontró resistencia por parte del sector empresarial y la derecha, con el argumento de que profundizaba el proceso de desaceleración económica que atraviesa el país sudamericano.
La modificación de la ley fue posible gracias al acuerdo legislativo alcanzado entre el oficialismo de centroizquierda y la oposición conservadora.
Las autoridades chilenas ha modificado de manera sucesiva la expectativa de crecimiento, desde un 5% inicial para todo 2014 al 2%.