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El retiro de estímulos monetarios en la economía peruana
Mar, 22/06/2010 - 17:45

Jorge Guillén

El retiro de estímulos monetarios en la economía peruana
Jorge Guillén

Es Ph. D. en Economía, de la Universida de West Virginia  EE.UU., MSc. en Economía Cuantitativa, de la Universidad de Alicante, España, y licenciado en Economía, de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Actualmente, se desempeña como profesor del área de Economía y Finanzas en ESAN.  Asimismo, es editor ejecutivo del Journal of Economics, Finance and Administrative Science en la misma institución.

Hace unas semanas, el Banco Central de Reserva del Perú empezó a subir la tasa de referencia de política monetaria, un hecho que viene también de la mano con el retiro de estímulo monetario en muchas economías emergentes en el mundo.

En Latinoamérica, Brasil y Perú son los únicos países que han incrementado la tasa de referencia. El primero de ellos la subió 75 puntos básicos, reflejo de una agresiva política monetaria contractiva.

La tasa de referencia de política monetaria es un ratio ficticio que tiene el Banco Central de Reserva, pero que va de la mano, en algunos casos, con las tasas de interés interbancaria en moneda doméstica de un país. La tasa interbancaria corresponde a la que recibe un banco cuando se presta de otro en el sistema nacional. Una subida de la tasa de referencia implica un encarecimiento del crédito interbancario con la consiguiente iliquidez del sistema financiero nacional. De aquí, menos préstamos son otorgados a las empresas y personas naturales, por lo que la desaceleración de la demanda interna es inminente.

Asimismo, el encarecimiento de las tasas de interés interbancario se traslada a muchas de las tasas activas en el sistema. Es decir, cuando el BCR sube la tasa de referencia, hay un incremento de tasas generalizado junto a una reducción de la liquidez y desaceleración del nivel de actividad.

Por el contrario, una reducción de la tasa de referencia de política monetaria permite abaratar el préstamo interbancario con la consiguiente inyección de liquidez en la economía, a través del canal crediticio. Sin embargo, este mecanismo no está del todo verificado aún, ya que los bancos locales no han tenido incentivos para trasladar sus tasas, guardándose el margen de ganancia.

A diferencia de EE.UU. los sistemas bancarios latinoamericanos están concentrados y muestran poca competitividad y resistencia a competir por tasas. Además, los sistemas bancarios latinoamericanos son emergentes y muestra un riesgo país inherente que no puede eliminarse fácilmente. La inestabilidad de los gobiernos debido al pasado militarista, golpista y socialista de algunos países, no permite minimizar el riesgo país.

La falta de competitividad del sistema bancario peruano se puede visualizar en cómo el número de bancos se ha reducido en Perú, pasando de 28 en el año previo a la crisis asiática (1998), hasta los 15 de ahora. En cambio, en EE.UU. hay más de cuatro mil bancos en el sistema federal, bancos que llegan a igualar el PBI peruano en activos.

Asimismo, el Índice de Concentración Bancario es alto en Perú, tres bancos prácticamente controlan el sistema financiero doméstico, acaparando casi todos los depósitos y colocaciones en la economía. Es por ello que las tasas de referencia del BCR funcionan al alza y no a la baja.

Es ahora que el alza de las tasas de referencia de política monetaria pueden funcionar mejor, en un sistema bancario oligopólico con resistencia a bajar las tasas de interés, pero con facilidad para subirla a fin de contrarrestar pérdidas. Este retiro de estímulo monetario en la economía va a desacelerar la demanda interna con la consiguiente reducción de precios. Cabe señalar que el BCR tiene una meta de inflación objetivo de 1% a 3%, meta que recién se cumplió el año pasado, debido a la desaceleración de nuestra economía y como consecuencia de la crisis financiera internacional.

Además, la política monetaria viene de la mano con una correspondiente política fiscal. Ya se están retirando los estímulos fiscales mediante la desaceleración del gasto de gobierno. Esto contrasta con la implementación del Plan de Estímulo Económico, el mismo que fue adoptado en el año 2009 para evitar la recesión e incremento del desempleo. Ello no significa que el Estado va a tener una participación nula en la economía, va a seguir colaborando pero en menor magnitud, a medida que se incremente la inversión privada extranjera en el país.

Esta es una medida que tiene lógica pero bajo ciertos supuestos: crecimiento de la demanda mayor a 4% y una inflación que podría desbordarse por encima del 3%. Sin embargo, los rebrotes de la crisis financiera internacional pueden hacer una revisión de las estimaciones de producto a la baja.

Los desequilibrios fiscales en Grecia y ahora Hungría han atemorizado los mercados bursátiles y han provocado una depreciación de Euro, que ha pasado a un nivel de 1.20 dólares por euro. Este deterioro del Euro va de la mano con los destapes de insostenibilidad de deuda que tiene Grecia y que han levantado la alerta en Portugal y España.

La figura debajo pone en evidencia los grandes desequilibrios fiscales de la economía griega, con una deuda total que supera su PBI. Este fenómeno de incremento desmedido de deuda se debe a la aplicación de políticas fiscales expansivas. Políticas que trataron de evitar la recesión producto de la reciente crisis financiera internacional del subprime y que han afectado principalmente a EE.UU. y Europa.  A estos factores se suma un destape de maquillaje y políticas de corte socialista en el país helénico.

Resulta complicado que Grecia aplique políticas de estabilización, las cuales contradicen con sus lineamientos de política. La comunidad económica europea ha implementado un plan de estabilización para evitar mayores depreciaciones del euro, pérdidas en bolsa sumada y un incremento de la incertidumbre en la economía europea. A pesar que Grecia supera en tres veces nuestro producto total, no tiene una buena ponderación en el PBI Europeo (3%). Sin embargo, el caso español y portugués son preocupantes, ya que la participación de estos países en el producto europeo es significativo.

Al mismo tiempo, la participación de España en nuestras exportaciones es importante. Un deterioro de la economía en el país ibérico puede conllevar a un impacto negativo y muy significativo en nuestra economía. Recordemos que España, China y EE.UU. son los países con mayor flujo comercial en nuestro país.

En mi opinión, los retiros fiscales y monetarios de la economía peruana responden a un supuesto oficialista de sostenido crecimiento de la demanda interna que puede afectar las metas inflacionarias del BCRP, subestimando los posibles impactos de la crisis financiera internacional. Así que por ahora el pánico por evitar el desequilibrio fiscal a lo “Grecia” ha permitido al gobierno peruano adoptar la medida de enfriamiento económico. Pero recordemos que nosotros no podemos darnos el lujo de Grecia sw acumular deuda fiscal, ya que nuestras fuentes de financiamiento son externas y no internas como en el país helénico.

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