De acuerdo con el ministro, las principales inversiones en infraestructura están previstas para los sectores de energía y transporte.

El empleo volverá a crecer en Argentina a partir de agosto gracias a las inversiones previstas tras el cierre de un largo conflicto por deuda impaga, luego de meses de estancamiento económico y pérdida de puestos de trabajo, dijo el martes el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.

En medio del ajuste de una economía que venía golpeada por la falta de inversiones y la alta inflación, el Gobierno de Mauricio Macri -que asumió el poder en diciembre- espera que la actividad se reactive en la segunda mitad del año, y también la creación de empleo.

"En el segundo semestre va a empezar a tener impacto tanto la inversión en obra pública como en obra privada. Eso va impactar sobre el principio del segundo semestre, en agosto o septiembre. Cuanto más invertís vas generando más trabajo en los distintos sectores", señaló Triaca en una entrevista con Reuters.

De acuerdo con el ministro, las principales inversiones en infraestructura están previstas para los sectores de energía y transporte.

El gobierno apuesta a un amplio desembarco de capitales tras lograr un acuerdo con los fondos conocidos como "holdouts", que mantuvo al país fuera de los mercados internacionales de capitales por 15 años.

Tras realizar la colocación de una multimillonaria cifra en bonos el martes, Argentina terminará de cerrar el conflicto el viernes, cuando pague a los fondos. De esa emisión, el país usaría algunos miles de millones de dólares para financiar obras de infraestructura.

"El tema de los holdouts es un tema que era un hito. No es lo mismo un financiamiento internacional que financiarse como se financiaba el Gobierno anterior, que tenía que ver con emisión. Ahora empieza una segunda etapa en la que se empiezan a contruir los proyectos de inversión del país", dijo Triaca.

Meses difíciles. Los primeros meses de gestión no fueron fáciles para el Gobierno de Macri, que para lidiar con una economía que crujía por el desajuste fiscal tomó una serie de medidas antipáticas, como despidos en la administración pública y aumentos de tarifas, que generaron un amplio malestar social.

Triaca explicó que desde su asunción el país perdió 30.000 empleos privados, principalmente ligados al sector de la construcción, y 10.000 empleos públicos. Si se contabilizaran los puestos de trabajo de la economía informal habría que sumar otros 15.000 empleos perdidos.

Aunque las últimas cifras oficiales de desempleo marcan un nivel de 6,9 por ciento, el ministro cuestionó las estadísticas heredadas de la anterior gestión nacional de centroizquierda y consideró que esa cifra podría ser mayor.

Las protestas de los poderosos sindicatos argentinos se hacen sentir todos los días. Desde la oficina de Triaca se oyen los fuegos artificiales y los gritos de trabajadores estatales que protestan frente a la puerta del Ministerio por los despidos en el sector.

"Es un momento de una transición difícil", dijo el funcionario, que agregó que "estamos apuntando al sector que tiene más necesidades" con las medidas anunciadas el sábado pasado para paliar la pobreza, como la ampliación de un subsidio para familias pobres y la devolución de impuestos a personas de bajos recursos.

Con una inflación anualizada que supera actualmente el 30 por ciento, el Gobierno espera que caiga a un 25 por ciento anual en el segundo semestre del año, para que las negociaciones salariales no disparen un nuevo conflicto.

"Las negociaciones (salariales) anualizadas hoy están entre 28% y 32% (...) A los dirigentes sindicales les preocupa la situación de empleo como nos preocupa a nosotros", manifestó.