Los ingresos tributarios en México, como proporción del Producto Interno Bruto (PIB), representan 17,4%, lo que lo coloca como la nación con el menor porcentaje del PIB frente a otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), como Argentina y Sudáfrica.
Los ingresos tributarios en México, como proporción del Producto Interno Bruto (PIB), representan 17,4%, lo que lo coloca como la nación con el menor porcentaje del PIB frente a otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), como Argentina y Sudáfrica.
En su reporte Tax Policy Reforms, donde la OCDE estudia a los 35 países miembros y además a Argentina y Sudáfrica, precisa que si bien México logró aumentar su recaudación entre el 2014 y el 2015 en 2.3 puntos porcentuales como proporción del PIB —lo que lo coloca como el país miembro con mayor aumento— aún está por debajo de Chile (20,7%) e Irlanda (23,6 %).
En el otro extremo, los países con mayor recaudación de impuestos como porcentaje del PIB son Dinamarca (46,6%), Francia (45.5%) y Bélgica (44,8%).
“Las tasas de recaudación como porcentaje del PIB de los países están estrechamente asociadas con sus niveles de gasto público. Como es de esperarse, los países con una alta tasa de ingresos como porción del PIB tienden a ser los que también reportan altos niveles de gasto del gobierno como porcentaje del PIB”, explicó la OCDE en el reporte.
Aunado a lo anterior, también existe una correlación con el PIB per cápita. Los ingresos fiscales, precisó la OCDE, como proporción del PIB tienden a ser más altos en los países con mayor PIB per cápita. En el caso de México, su bajo PIB per cápita es otro de los factores por lo cual los ingresos tributarios son bajos.
Entre el 2014 y el 2015, México tuvo el mayor aumento en la relación entre impuestos y PIB, impulsado, sobre todo, por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, (IEPS) que registró el mayor incremento en su recaudación, gracias a lo obtenido por el consumo de gasolina y diesel. También se registraron aumentos en los ingresos del impuesto corporativo y los impuestos personales, “reflejando el impacto de la reforma tributaria del 2014.
“El diseño del sistema tributario juega un papel clave en el apoyo al crecimiento económico y en asegurar que los beneficios del crecimiento se compartan más ampliamente. Las políticas tributarias aumentan los ingresos necesarios para apoyar las inversiones públicas y los programas que ayudarán a fomentar el crecimiento y la inclusión”, recordó la OCDE.