
La extracción de petróleo crudo, que cayó 5,6%, fue la principal carga negativa, restando 0,7 puntos porcentuales al Índice de Producción Industrial.
La economía se mide en ritmos, en ciclos. Algunos sectores avanzan, otros se detienen. En febrero, ese ritmo se mantuvo intacto: mientras el comercio creció como un resorte, la industria manufacturera y la minería siguen retrocediendo. En los servicios, por su parte, la historia es otra: ingresos suben, empleos se estancan y los salarios (en ciertos sectores) se disparan.
Cada engranaje económico se mueve a diferente ritmo, sí, y en este segundo mes las señales más que cruzadas, fueron un termómetro de qué está en pausa y qué queda por reactivar.
Industria con menos gasolina y más alimentos
Vayamos por partes. Según el DANE, la industria está frenada. El Índice de Producción Industrial cayó 2,2% frente a febrero del año anterior, marcando su peor desempeño en el año.
Detrás de ese descenso están sectores clave:
- La extracción de petróleo crudo, que cayó 5,6%, fue la principal carga negativa, restando 0,7 puntos porcentuales al indicador general.
- Le siguió la coquización y refinación de petróleo, con un desplome de 13,3%.
- En total, 13 de las 26 actividades industriales se tiñeron de rojo, lo que bastó para borrar las ganancias del resto.
No todo fue retroceso. Algunos sectores resistieron con fuerza: la elaboración de alimentos creció 2,5% y la fabricación de productos químicos aumentó 3,9%. Pero su aporte fue insuficiente para revertir la tendencia general.
La industria manufacturera (corazón de ese índice, digámoslo) también perdió impulso. Su producción cayó 1,2%, las ventas 0,4% y el empleo apenas avanzó un marginal 0,1%. La cifra más inquietante vino del sector automotor: la fabricación de vehículos y motores se desplomó 34,4% en producción y recortó casi una quinta parte de su fuerza laboral.
Paradójicamente, mientras los autos retroceden, el café avanza. La trilla de café, una de las industrias más tradicionales, creció 62,9% en producción y 56,6% en ventas. Un dato afín con las buenas noticias que ha tenido el sector en términos de producción y venta.
El comercio con el pie en el acelerador
El comercio minorista creció 7,5 % en febrero, y si se excluye la venta de combustibles, el salto fue de 10,2 %. Las familias siguen comprando, aunque con otra lógica. Lo que más se vendió no fueron alimentos ni bienes básicos, sino tecnología y vehículos.
- Equipos de informática y telecomunicaciones para uso doméstico subieron 45,1%.
- Vehículos y motocicletas crecieron 20,6% y 19,2%, respectivamente.
Este repunte es un polo opuesto a menos gasolina. La caída en ventas de combustibles (-3,1%) y bebidas alcohólicas y cigarrillos (-5,8 %), rubros más sensibles al precio o regulaciones (y en parte, a la caída del comercio exterior, como en el caso de Ecopetrol con un precio de crudo más bajo).
Sin embargo, el empleo en el sector cayó 1,2%, lo que sugiere una digitalización creciente o una mayor eficiencia operativa que no se traduce en más puestos de trabajo.
Servicios ganan en ingresos, pierde en músculo
El sector servicios mostró un panorama conocido como “mixto”. De los 18 subsectores analizados por el DANE, 17 reportaron crecimientos en ingresos frente a febrero de 2024. La estrella fue el entretenimiento (13,4% de variación), mientras que la producción de películas y televisión se hundió 17,5%.
Pero donde más se sintió la paradoja fue en el empleo. Apenas cuatro subsectores mostraron crecimiento en personal ocupado. El mayor recorte se dio en medios y agencias de noticias, con una caída de 7,1% en empleos y 4,6% en personal permanente. Una fragilidad en el ecosistema del sistema informativo que, incluso, según una investigación de Valora Analitik, se evidencia en la caída de las utilidades de los grandes medios de comunicación.
En contraste, los salarios sí crecieron en todos los subsectores, con la publicidad liderando el aumento (10,5% en personal sin agencias). Incluso la salud privada, a pesar de estar en la cola, registró aumentos salariales moderados.
El turismo se enfría
En el sector de alojamiento, los ingresos reales cayeron 4,2 % en febrero. Bogotá (-4,4%) y la Costa Caribe (-5,7%) explican buena parte de esta caída. No obstante, el empleo se mantuvo estable (0,1%) y los salarios reales subieron 3,4 %, con San Andrés a la cabeza (9,6%).
Este patrón sugiere un turismo más costoso, pero menos frecuente. Hoteles con mejores salarios, pero menos huéspedes. Un equilibrio precario.
Lo que muestran los datos de febrero es una economía en fase de transición, donde algunos sectores crecen con fuerza, pero sin traducirse en empleo; otros resisten con mejoras marginales; y unos más entran en terrenos delicados, como la industria automotriz o los medios de comunicación.