Según el último informe “Panorama de la inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe”, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), la situación de los niños obesos es una realidad presente en toda la región.
Se trata de una situación que enciende las alarmas, pero ante la cual existe una alternativa efectiva -aunque poco usada- para hacer frente: la prevención. El director de la carrera de Kinesiología de la chilena Universidad San Sebastián, Cristián Contador, explica que en estos índices hay dos elementos que confluyen.
Por una parte, la genética -“que tiene que ver en un 30% ó 40% del problema”- y las conductas, que pasan por el sedentarismo y los hábitos alimenticios. Es decir, a juicio del académico, “comemos mal y nos movemos poco. Resultado: tenemos muchos niños y adultos obesos y con sobrepeso en la región, a nivel general, y en Chile, a nivel particular”.
Si bien existen especialidades que contribuyen a atacar el problema, como la nutrición y la dietética, el experto señala que su disciplina es fundamental en la prevención de esta enfermedad.
“La kinesiología estudia el movimiento humano y desde esa perspectiva podemos trabajar con el entrenamiento. El ejercicio es el “fármaco” más importante en la prevención y tratamiento de la totalidad de enfermedades crónicas que existen, no sólo de la obesidad, sino también de la diabetes, la hipertensión, el síndrome metabólico, infartos, depresión o el estrés”, subraya Contador.
Así, desde la gestación hasta los últimos años hay un claro elemento común, que es la funcionalidad; y ahí lo básico es el ejercicio.
“Hoy estamos desaprovechando la oportunidad de trabajar con la mujer embarazada, por ejemplo, pues el 60% de ellas, que están en control en los servicios de salud, presentan sobrepeso u obesidad. La obesidad como patología se crea intrauterinamente y -por eso- hay que actuar sobre ellas, para que los niños en gestación tengan el estímulo de la actividad física desde los primeros años de vida”, indica el académico.
Señala que, generalmente, se cree que la mujer embarazada no puede hacer actividad física, lo que –a su juicio- “es un error”, pues –indica- debe hacer ejercicio, ya que si aumenta más de nueve kilos en su embarazo forma problemas en el niño. Asimismo, una persona que está con sobrepeso u obesidad no puede subir más de siete kilos en el embarazo.
El académico alerta que “en este momento, en Chile al menos, casi el 20% de los niños están con obesidad en el colegio y no están haciendo educación física”.
En ese contexto, puntualiza que una acción para prevenir el sobrepeso supone que “ojalá los colegios asignaran las clases de educación física a primera hora de la mañana, porque eso va a generar aprendizaje posterior en otras materias. En países desarrollados está comprobado que los niños que hacen actividad física en la mañana presentan mejores rendimientos académicos”.
Dice que salir a caminar "es también una muy buena actividad. Las plazas activas son una tremenda oportunidad que deben ser utilizadas. Los niños hacen ejercicio jugando, por lo tanto, debemos fomentar su uso”.
Contador señala que quienes tienen obesidad está el problema, porque no pueden hacer cualquier actividad física. En esos casos debe haber un profesional del área de la salud que prescriba el ejercicio con la intensidad adecuada, así como se prescriben los fármacos.
“Una de las herramientas para el tratamiento de la obesidad y de las patologías crónicas es mejorar la masa muscular, el músculo es un tejido altamente costoso para el organismo mantenerlo, por lo tanto, el sujeto que tiene más masa muscular, hasta en reposo está gastando más energía y por ende, un plan de entrenamiento físico en sujetos obesos debe incluir ejercicio aeróbico y ejercicio de fuerza”, indica el experto.