El lugar remozó sus 14 habitaciones; incorporó tecnología Wi-Fi de última generación en todas sus instalaciones y desarrolló una nueva carta gastronómica.
El Valle de Colchagua es una de las zonas agrícolas más destacadas de Chile, por ello, su paisaje suele encantar a los diversos turistas que llegan a esta zona para apreciar hermosas colinas llenas de verdor, en gran parte por la presencia viñedos y bien mantenidas haciendas que denotan el pasado colonial del lugar.
Todo ello además de ser un área ideal para degustar de los diversos vinos que se producen en esta reconocida zona.
En medio de este contexto se encuentra el hotel boutique Hacienda Los Lingues, instalación que posee más de 400 años de existencia, dado que los orígenes se remontan a fines del siglo XVI.
Su primer propietario fue Melchor Jufré del Águila, quien desempeñó el cargo de alcalde de Santiago en 1599 y fue premiado por el Rey de España con la Estancia de la Angostura, situada en el Valle Central, la que después pasó a llamarse Hacienda Los Lingues.
De allí el inmueble se enlaza con la más alta estirpe social del país, ya que al ser heredada por su hija Ana María del Águila, esposa del gobernador de Chile, Diego González Montero (1662-1670), ambos se transformarn en antepasados de un prócer de la independencia local, José Gregorio Argomedo, quien nació en la hacienda en 1767.
Desde entonces, Los Lingues ha pertenecido ininterrumpidamente a sus descendientes, generación tras generación, logrando permanecer más de cuatro siglos en la misma familia.
Las casas patronales que la conforman ocupan una superficie superior a los 5.000 metros cuadrados y cada objeto de decoración -vajillas finas de plata, cristalerías, mesas de juego, y lámparas- tienen su historia: algunos fueron propiedad de personajes ilustres de la vida chilena como Mateo de Toro y Zambrano, quien presidió la Primera Junta de Gobierno, y a otros nombres siempre presentes en la historia local como Ramón Freire y José Victorino Lastarria, entre otros.
A inicios de la década de 1980, la familia Claro Lyon decidió darle un uso turístico a la propiedad, transformándola en un hotel boutique, el primero en el Valle de Colchagua.
Actualmente el establecimiento cuenta con catorce habitaciones y más de 2.000 hectáreas en las que se pueden encontrar una capilla, criadero de caballos y bodegones coloniales hechos en calicanto y piedra rosada.
Por estos días, los encargados remozan las habitaciones, incorporan tecnología Wi-Fi de última generación en todas sus instalaciones y desarrollan una nueva carta gastronómica, todo con la idea de que el visitante se sienta más a gusto en este lugar donde el paisaje y su ambiente colonial son sus principales atributos.
Para este verano 2015, Los Lingues diseña atractivas promociones entre las que destaca la posibilidad de visitar la hacienda por el día, lo que incluye uso de piscina, almuerzo y tour, además de otros servicios como cabalgatas con guía y paseos en bicicleta.
Adicionalmente, el restaurante del hotel está próximo a lanzar su nueva carta, a cargo del chef Ignacio Safatle, la que se basará en el uso de animales de caza y productos propios de la región.
Para el maridar la oferta gastronómica, Los Lingues ofrece su propia línea de vinos, la que es producida por la viña Los Vascos (Domaines Barons de Rothschild-Lafite).
Junto con ello, el hotel potencia su área de eventos, ofreciendo diversas opciones para reuniones de empresas y matrimonios.
Otro atractivo de Los Lingues es “Aculeo”, el criadero de caballos chilenos más antiguo del país y considerado entre los mejores de América. Iniciado en el año 1760, sus orígenes se remontan a los caballos de los Berebere y los Númidas, en el norte de África, llevados a España por los moros, y traídos finalmente al "Nuevo Mundo" por los conquistadores españoles.