Los nominados para estas posiciones de alto perfil requieren de la aprobación de ambas cámaras del Parlamento.

El Gobierno de Japón probablemente presentará ante el Parlamento a sus nominados para los cargos de gobernador y vicegobernadores del banco central a partir de mediados o fines de febrero, dijeron fuentes cercanas al tema.

Existe una elevada posibilidad de que el gobernador del Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés), Haruhiko Kuroda, sea nombrado nuevamente en el cargo cuando finalice su periodo de cinco años en abril, en vista de los recientes comentarios del primer ministro Shinzo Abe elogiándolo por impulsar el crecimiento económico, afirmaron fuentes en el Gobierno y en el Parlamento.

Pero no existen certezas al respecto, advirtieron las fuentes. Si bien muchos en el mercado apuestan por la redesignación de Kuroda, algunos ven la posibilidad de que el Gobierno nomine a otros candidatos, como Etsuro Honda, un exasesor de Abe que ha expresado interés en el puesto.

Koichi Hamada, un académico de la Universidad de Yale y asesor económico de Abe, elogió a Kuroda pero dijo que había otros candidatos bien calificados que podrían tomar las riendas del BoJ.

"La estrategia estándar es continuar con el gobernador Kuroda, o con cualquier persona que lleve adelante el 'Abenomics' como él", declaró, en referencia a las políticas económicas impulsadas por Abe para reactivar la economía japonesa.

Kuroda y sus dos vicegobernadores -el funcionario de carrera del banco central Hiroshi Nakaso y el exacadémico Kikuo Iwata- finalizarán sus periodos el 8 de abril y el 19 de marzo, respectivamente.

Los nominados para estas posiciones de alto perfil requieren de la aprobación de ambas cámaras del Parlamento. El Gobierno habitualmente presenta a sus candidatos para varios puestos en dos rondas.

Es casi seguro que las nominaciones del Gobierno lograrán la mayoría necesaria en el Parlamento, ya que la coalición en el poder liderada por Abe cuenta con suficientes votos aliados en ambas cámaras legislativas.

La elección del nuevo jefe del BoJ es crucial porque fijará el rumbo de política monetaria en Japón y afectará cuán rápidamente el banco central seguirá los pasos de sus pares de Estados Unidos y Europa en la remoción de los estímulos monetarios que fueron dispuestos para afrontar la crisis financiera global.