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La agenda en la que Che Guevara plasmó sus últimas horas de vida
Martes, Octubre 11, 2016 - 08:52

En una libreta de origen alemán, el guerrillero dejó por escrito los acontecimientos sucedidos hasta el sábado 7 de octubre de 1967, justamente cuando se cumplían 11 meses de la incursión subversiva.

“Sonnabend 7” —que traducido al español significa “sábado 7”— fija el encabezado de la agenda alemana que llevaba consigo el revolucionario Ernesto Guevara, el Che, en octubre de 1967 para reseñar, sin saberlo, lo acontecido en las últimas horas de su vida en su paso por Bolivia. El Ejército boliviano lo asediaba y estaba a punto de capturarlo.
 
Justamente en esa plana de la libreta que más tarde se convertiría en uno los documentos más cotizados del mundo, el guerrillero escribía que ese día se cumplían “los 11 meses de nuestra inauguración guerrillera sin complicaciones”. Era su última nota.
 
Un día después, fue emboscado y herido por fuerzas militares bolivianas en la quebrada de El Churo. El 9, malherido, es trasladado a la localidad de La Higuera, donde —con la sentencia definida, dicen, desde Estados Unidos— fue ejecutado en una pequeña escuela. Entonces, el Che tenía 37 años.
 
La versión del gobierno boliviano, que exhibió su cuerpo en la localidad cruceña de Vallegrande un día después, aseguraba que el argentino-cubano había muerto en combate. Una afirmación que los propios testimonios de los actores desbarataron.
 
 
El periodista Carlos Soria Galvarro, quien es especialista en este tema, escribía en una columna publicada en La Razón en 2015: “Poco tiempo después, los propios protagonistas militares confesaron por diferentes vías que se trató de una ejecución sumaria. Y 30 años más tarde sus restos fueron hallados en una fosa común junto a los de otros seis guerrilleros caídos esos días”.
 
El Che sigue vigente y en puertas del recordatorio, en 2017, de la media centuria de su muerte, se alistan honores en Bolivia y Cuba.
 
En tanto, los que aún lo recuerdan como un mito imperecedero rememoran esos últimos testimonios escritos de su periplo, de su intento revolucionario en Bolivia, que se detallan a continuación:
 
Octubre 5
 
Al reiniciar la marcha caminamos con dificultad hasta las 5.15 hs., momento en que dejamos un trillo de ganado y nos internamos en un bosquecillo ralo pero lo suficientemente alto como para ponernos a cubierto de miradas indiscretas. Benigno y Pacho hicieron varias exploraciones buscando agua y vadearon completamente la casa cercana sin encontrarla, probablemente sea un pocito al lado. Al acabar la exploración vieron llegar 6 soldados a la casa, al parecer de camino. Salimos al anochecer con la gente agotada por la falta de agua y Eustaquio dando espectáculo y llorando la falta de un buche de agua. Tras un camino muy malo y muy jalonado de paradas, llegamos por la madrugada a un bosquecillo donde se oía el ladrido de los perros cercanos. Se ve un firme alto y pelado muy cerca.
 
Curamos a Benigno que tiene un poco supurada la herida y le apliqué una inyección al Médico. De resultas de la cura, Benigno se quejó de dolor por la noche.
 
La radio informó que nuestros dos cambas fueron trasladados a Camiri para servir de testigos en el juicio de Debray.  h-2,000 ms.
 
Octubre 6
 
Las exploraciones demostraron que teníamos una casa muy cerca pero también que, en una quebrada más lejana, había agua. Hacia allí nos dirigimos y cocinamos todo el día bajo una gran laja que servía de techo, a pesar que yo no pasé el día tranquilo, pues nos aproximamos a pleno sol por lugares algo poblados y quedamos en un hoyo. Como la comida se retrasó, decidimos salir por la madrugada hasta un afluente cercano a este arroyito y de allí hacer una exploración más exhaustiva para determinar el rumbo futuro.
 
La Cruz del Sur informó de una entrevista a los Cambas, Orlando fue un poco menos bellaco. La radio chilena informó de una noticia censurada que indica que hay 1,800 hombres en la zona buscándonos.  h-1,750 ms.
 
 
Octubre 7
 
Se cumplieron los 11 meses de nuestra inauguración guerrillera sin complicaciones, bucólicamente; hasta las 12.30 hora en que una vieja, pastoreando sus chivas entró en el cañón en que habíamos acampado y hubo que apresarla. La mujer no ha dado ninguna noticia fidedigna sobre los soldados, contestando a todo que no sabe, que hace tiempo que no va por allí. Sólo dio información sobre los caminos; de resultados del informe de la vieja se desprende que estamos aproximadamente a una legua de Higueras y otra de Jagüey y unas 2 de Pucará. A las 17.30, Inti, Aniceto y Pablito fueron a casa de la vieja que tiene una hija postrada y una medio enana; se le dieron 50 pesos con el encargo de que no fuera a hablar ni una palabra, pero con pocas esperanzas de que cumpla a pesar de sus promesas. 
 
Salimos los 17 con una luna muy pequeña y la marcha fue muy fatigosa y dejando mucho rastro por el cañón donde estábamos, que no tiene casas cerca, pero sí sembradíos de papa regados por acequias del mismo arroyo. A las 2 paramos a descansar, pues ya era inútil seguir avanzando. El Chino se convierte en una verdadera carga cuando hay que caminar de noche. 
 
El Ejército dio una rara información sobre la presencia de 250 hombres en Serrano para impedir el paso de los cercados en número de 37 dando la zona de nuestro refugio entre el río Acero y el Oro. 
 
La noticia parece diversionista.  h-2,000 ms.

Autores

La Razón/ Rubén Ariñez