Desde el expresionismo abstracto, la artista chilena jugó con los estereotipos sobre la mujer y debió enfrentar los prejuicios. Una exposición revisa se inquieta obra.
Integrante de la Generación del 28, Inés Puyó fue una destacada pintora chilena que se ubica entre las precursoras del arte femenino en el país. Fallecida en 1996, la pintora fue también una mujer excepcional, rompiendo moldes tanto en la expresión pictórica como en los temas sociales.
Desde la mirada del expresionismo abstracto norteamericano, donde las formas se desintegran para dar paso a un complejo sistema mental, Puyó enfrentó las complejidades de la época. Para la historiadora del arte Gloria Cortés, el repertorio artístico de la pintora dio clara cuenta de esa dificultad.
Si bien la temática de Puyó responde a los tópicos estéticos propios del género para la época, con flores y paisajes, la artista "a través de ellos se vuelca a representaciones de espacios íntimos, memorias fragmentadas de la experiencia femenina, del devenir de la modernidad chilena y de la confluencia de estilos que caracterizan la época y que son posibles de observar en esta exposición”.
Bajo el nombre de "Una mujer moderna", la muestra es claramente representativa de esa búsqueda. “Puyó encierra en sí misma la oposición de la cultura de masas, la irreverencia simbólica de los espacios masculinos aprehendidos en los talleres europeos, la identidad forastera de mujeres que renuncian al matrimonio y a la maternidad, configurándose desde sus propios medios como artistas visuales modernas e independientes", explica Cortés.
Existe coincidencia en señalar que Inés Puyó León (1906-1996) fue una mujer excepcional, que rompió moldes y construyó un imaginario como el que pocas veces se ha visto en el medio local.
La muestra puede apreciarse desde el sábado 21 de marzo, inaugurando la Temporada 2015 de la Casa-Museo Santa Rosa de Apoquindo. “Una mujer moderna” podrá ser vista hasta el 17 de mayo.
