Diversos doctores se han dedicado a crear consciencia sobre la importancia de comer sano y saber qué alimentos pueden ayudar, en diversos aspectos, al organismo.
Dime qué comes y te diré quién eres. Esta frase cada día se vuelve más popular, dado que con el correr del tiempo el cómo se alimentan las personas ha adquirido mayor importancia.
Expertos se han dedicado a crear consciencia sobre la importancia de comer sano y saber qué alimentos pueden ayudar, en diversos aspectos, al organismo.
Es por esto, que diversos son los oncólogos que se han dedicado a estudiar cómo la comida puede influir en la prevención del cáncer.
Uno de ellos es el oncólogo francés David Khayat, quien postula que parte del tratamiento y prevención de cualquier enfermedad es la comida.
En lo que respecta al cáncer, el autor de "La dieta anti-cáncer" y "La cocina como cura y tratamiento contra el cáncer" revela que al comparar ciertas estadísticas se pueden ver ciertas tendencias.
Por ejemplo, las mujeres estanounidenses tienen una tasa de cáncer de mama mayor que las japonesas. Ambas culturas tienen diferencias fundamentales de alimentación, siendo que las mujeres de Estados Unidos comen muchas más comida rápida o prefabricada a diferencia de las habitantes de Japón, las que tienen hábitos alimenticios más orgánicos y balanceados.
De hecho, este médico analizó a mujeres japonesas que se fueron a vivir a Estados Unidos, donde adquirieron la forma de comer de ese país, y descubrió que las hijas de esas mujeres oriundas de Japón comenzaron a mostrar una tasa más elevada de cáncer producto de su nueva dieta.
Khayat explica que si bien el cáncer es una enfermedad genética, la nutrición es fundamental en su aparición.
A una conclusión similar llegaron el médico estomatólogo Fernando Fombellida y el chef de Mugaritz Andoni Luis Aduriz, quienes publicaron el libro "Cocinar para vivir", donde afirman que "no creemos en los alimentos milagro ni pensamos que consumiendo ciertos alimentos nunca vayas a padecer un cáncer, pero creemos firmemente que, llevando un patrón alimentario equilibrado, minimizarás el riesgo de padecerlo", según consignó El País de Madrid.
De acuerdo a lo publicado en el texto, los factores que contribuyen al desarrollo del cáncer son la alimentación-obesidad, fumar cigarrillos, la contaminación ambiental, el consumo de alcohol y la inactividad física.
En lo que respecta a la dieta, los profesionales postulan que los alimentos que no pueden faltar son las verduras y frutas, la fibra, el agua, las leches vegetales (almendra, soya, arroz), las legumbres y los granos integrales. En ella deben predominar los alimentos frescos versus los procesados industriales con grasas, harinas refinadas, frituras, carnes rojas, exceso de azúcares y de sal.
"Cocinar para vivir" incluye recetas, datos sobre las propiedades de los alimentos e información práctica, como pautas de compra y de tratamiento. El libro explica cómo cortar y cocinar los ajos para activar su efecto anticancerígeno.
Dentro de los ejemplos concretos, Khayat también da algunas pautas en su publicación, al rebatir lo que varios nutricionistas postula sobre que la fibra que contienen las frutas y las verduras es mucho más pura si se consumen directamente del vegetal, puesto que él -al igual que otros de sus pares- afirman que esta se encuentra mucho más concentrada en jugos naturales.
Cualquier otro pescado fuente de Omega 3, como el salmón, el té verde, la espinaca, el tomate, los cítricos, las bayas y las almendras, también brindan beneficios, siempre que estén preparados al vapor o crudos.
Otro conocido profesional que cree en la nutrición adecuada como clave de una buena salud es el médico osteópata Joseph Mercola, reconocido y galardonado por sus estudios, libros y programas de televisión en Estados Unidos.
Por eso llama a evitar el azúcar, especialmente la fructosa; optimizar los niveles de vitamina D, dado que es capaz de entrar en las células de cáncer y provocar una apoptosis (muerte celular); evitar las carnes carbonizadas, pues la acrilamida (un carcinógeno creado cuando los alimentos se cocinan en exceso) también aumenta el riesgo de cáncer; evitar los productos de soya sin fermentar; mejorar la sensibilidad de los receptores de insulina; tomar un cuarto de jugo vegetal orgánico al día; obtener grasas omega-3 de alta calidad y origen animal como las del aceite de krill; consumir cúrcuma; asegurarse no tener deficiencia de yodo; y limitar el consumo alcohol.
Además, Mercola recomienda mantener un peso corporal saludable y evitar los campos electromagnéticos lo más que pueda.
Quien también pone énfasis en el consumo del yodo es el médico David Brownstein, autor del libro llamado; "Iodine: Why You Need It, Why You Can´t Live Without It" ("Yodo: por qué usted lo necesita, porque no puede vivir sin él"), pues propone que la deficiencia de yodo está relacionada con el cáncer de mama, debido a que tiene propiedades anticancerígenas y se ha demostrado que mata las células de cáncer en las mamas.
“En el fondo, tener un cáncer es análogo a que nos toque la lotería. Cuando no nos cuidamos, lo único que estamos haciendo es comprar boletos”, afirma el médico Salvador Macip en su libro "Qué es el cáncer y por qué no hay que tenerle miedo, de súperpoderes".