Las apuestas del mercado para la próxima reunión han estado en una montaña rusa, pasando de esperar un movimiento de 50 puntos básicos después del testimonio del presidente de la Fed, Jerome Powell, la semana pasada, a una pausa en un momento dado tras la quiebra de algunos bancos regionales.
La Reserva Federal de Estados Unidos subirá las tasas de interés 25 puntos básicos el 22 de marzo a pesar de la reciente efervescencia en el sector bancario, según una fuerte mayoría de economistas encuestados por Reuters, que se mostraron divididos sobre los riesgos para su visión de los tipos terminales.
Las apuestas del mercado para la próxima reunión han estado en una montaña rusa, pasando de esperar un movimiento de 50 puntos básicos después del testimonio del presidente de la Fed, Jerome Powell, la semana pasada, a una pausa en un momento dado tras la quiebra de algunos bancos regionales.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a dos años, que suelen reflejar las expectativas de tasas de interés a corto plazo, cayeron más de 80 puntos básicos esta semana tras la quiebra de Silicon Valley Bank, el mayor tumbo bancario desde la crisis financiera de 2008.
Sin embargo, las previsiones de Reuters para la reunión de marzo se mantuvieron estables respecto al mes pasado. Setenta y seis de 82 economistas pronostican una alza de un cuarto de punto, en línea con los futuros de tasas de interés, lo que situaría los tipos de interés de referencia de la Fed en un rango de entre 4,75% y 5,00%.
Una decisión que seguirá a la del Banco Central Europeo del jueves, que anunció una subida de 50 puntos básicos, dando prioridad a la lucha contra la inflación.
Sólo cinco de los encuestados en el último sondeo de la Fed esperaban una pausa, entre ellos cuatro operadores primarios, y sólo un banco, Nomura, esperaba un recorte de 25 puntos básicos.
"Las turbulencias financieras de la semana pasada harán que la Reserva Federal se muestre reticente a subir mucho más las tasas", dijo Bill Adams, economista jefe de Comerica Bank.
"Pero los responsables de política monetaria de la Fed han repetido muchas veces que están más preocupados de subir las tasas muy poco que de subirlas demasiado", agregó. "Una pausa en marzo es posible, pero es más probable que suban antes de que se arriesguen a pecar de demasiada moderación".
Si bien algunos de los encuestados se mostraron indecisos a la hora de ofrecer una perspectiva de las tasas más allá de marzo, 56 de los 64 economistas afirmaron que habría al menos una subida más de 25 puntos básicos en el segundo trimestre, lo que llevaría la tasa de los fondos federales a un máximo del 5,00%-5,25%, en línea con la encuesta anterior.
A una pregunta adicional, los encuestados respondieron divididos en cuanto a los riesgos para su previsión de la tasa de interés final, con una ligera mayoría, 12 de 23, que afirmó que el tipo máximo podría ser inferior a lo esperado.
Mayorías significativas en encuestas anteriores dijeron que los riesgos se inclinaban hacia una tasa terminal más alta.
"Vemos una incertidumbre considerable sobre la trayectoria de la Fed en marzo y después", dijo David Mericle, economista jefe de Estados Unidos en Goldman Sachs, uno de los pocos que espera una pausa en marzo. "Es difícil mostrarse demasiado confiado en este momento".
No obstante, Mericle espera más subidas, con un tasa máxima en un rango de entre 5,25% y 5,50% en el tercer trimestre, por encima de la mediana de la encuesta.
La encuesta arroja una probabilidad promedio del 65% de recesión en Estados Unidos en los próximos dos años, y prevé un crecimiento de sólo el 1,0% este año y el próximo.
La mayoría de los economistas siguen opinando que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés) mantendrá su mantra de "más alta durante más tiempo" y mantendrá las tasas de interés al menos durante lo que queda de año.
Sólo ocho de los 63 encuestados que opinaron sobre la perspectiva para fines de 2023 han recortado sus previsiones, de forma similar a las expectativas del mercado.
"Si el FOMC aborta ahora su misión de erradicar la inflación del sistema, perderá credibilidad como luchador contra la inflación y es probable que las expectativas de inflación a largo plazo se desanclen", afirmó Philip Marey, estratega jefe para Estados Unidos de Rabobank.