Esta es una enfermedad crónica, y las personas con esta patología experimentan pausas en la respiración de manera repetida mientras duermen. Normalmente, estas pausas se intercalan entre los ronquidos.
Despertar con sequedad en la boca o en la garganta, sufrir dolores de cabeza por las mañanas, tener sensación de irritabilidad, dificultad para concentrarse y sentir mucho sueño durante el día y cansancio son algunos de los síntomas de quienes padecen apnea del sueño.
La apnea del sueño es una enfermedad crónica, y las personas con esta patología experimentan pausas en la respiración de manera repetida mientras duermen. Normalmente, estas pausas se intercalan entre los ronquidos, explican especialistas del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, de Estados Unidos.
Las pausas pueden durar entre pocos segundos y varios minutos. A menudo ocurren unas 30 veces o más por hora.
Por lo general, la respiración vuelve a la normalidad, a veces con un ronquido fuerte o con un sonido parecido al que hace una persona cuando se atraganta, señala la institución estadounidense, y añade que la persona pasa de un sueño profundo a uno liviano cuando hay una pausa en la respiración o cuando esta se vuelve superficial.
Por esta razón, el sueño es de mala calidad y se siente cansancio durante el día. Del mismo modo, el Instituto de Investigaciones del Sueño, ubicado en España, señala que una de las consecuencias más significativas de la apnea es la fragmentación del sueño.
Peligroso
Cada vez que se produce una apnea, acaba con un alertamiento de escasos segundos de duración, inferior al tiempo necesario para que por la mañana lo recordemos. “La sucesión de estos microalertamientos —al menos tantos como apneas— hace que la persona tenga la sensación de no haber descansado, incluso cuando no recuerda haberse despertado”, detallan los especialistas.
A lo largo del día, la persona con apnea del sueño se siente cansada y nota somnolencia en situaciones sedentarias. Las personas con una grave apnea obstructiva del sueño reúnen una sintomatología altamente peligrosa en la carretera. La calidad del sueño en estos pacientes es muy débil. Es por ello que muchos sufren somnolencia durante el día y corren el riesgo de quedarse dormidos en actividades tan cotidianas como trabajar o conducir.
Tratamiento
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, señala que el primer tratamiento para quienes tienen esta patología es adquirir hábitos saludables y cumplir las recomendaciones del neumólogo para corregir los factores que favorecen el colapso de la vía aérea.
A las personas con sobrepeso se les recomienda que que pierdan algunas libras, ya que la grasa se deposita alrededor del cuello y facilita el cierre de la vía aérea, pero es el médico quien debe indicar la dieta y el tipo de ejercicio que se debe seguir. Asimismo, señala la importancia de dormir de lado, pues se tienen más apneas al dormir boca arriba.
También aconseja dormir suficientes horas, hacerlo en horario regular y no tomar medicamentos para dormir. La guía recomienda evitar las bebidas alcohólicas y estimulantes como café, té o refrescos de cola, ya que afectan el tono de los músculos faríngeos.
Del mismo modo, hay que evitar el tabaco que, además de causar otras enfermedades, produce irritación faríngea. Otro de los consejos es prescindir de las cenas copiosas y esperar, a ser posible, dos horas antes de acostarse.