Las células clave del cerebro requieren mantenerse activas. Asi no se detiene el desarrollo cognitivo.
Con un poco más de un kilo de peso, el cerebro concentra toda la capacidad cognitiva del ser humano. Permite pensar en términos altamente complejos, ser creativos y crear, siendo la única especie capaz de desarrollar todas esas potencialidades.
Pero no se debe olvidar de algo importante: el cerebro es un músculo que si se ejercita de buena manera y es mantenido activo, responde con eficacia cuando sea requerido.
De las muchas posibilidades de ejercitar la mente y las neuronas, los expertos coinciden en cuatro vitales:
*1/ Practicar neuróbic: El neurólogo Lawrence Katz denomina "neuróbic" a aquellas dinámicas en que se llevan a cabo las tareas cotidianas con variados cambios. Por ejemplo, caminar con los ojos cerrados en zonas seguras de la casa o escribir con la mano no dominante.
Es una manera activa de potenciar los circuitos de la atención. El cerebro necesita estímulos inesperados para mejorar la memoria y los pensamientos lógico y creativo.
*2/ Reírse: Poco a poco la alegría ha ido tomando un espacio más serio, aunque suene paradójico. Décadas atrás, incluso, se acuñaba la frase "la risa abunda en la boca de los tontos". Hoy, sin embargo, la ciencia indica que -por ejemplo- en personas octogenarias la exposición al humor treinta minutos al día experimentaron mejoras evidentes en sus sistemas cognitivos.
La risa reduce el estrés, libera hormonas que generan bienestar y ejercita los músculos durante todas las edades. Algunos estudios subrayan que la risa cuando es compartida y no es producto de la burla, potencia las conexiones neuronales de todos los participantes en el acto.
*3/ Descansar adecuadamente: No dormir de manera correcta, respetando las horas que pide el cuerpo, afecta el juicio, la motivación, el estado de ánimo e -incluso- la percepción de la realidad.
Si no se descansa de manera adecuada en la noche, la principal falla -luego de sumarse todas las anteriores- es la memoria. La ciencia señala que el cerebro no se apaga cuando se duerme, pero sí es la única oportunidad para ordenar, archivar y consolidar recuerdos.
*4/ Aprender música o idiomas: A medida que se envejece, el cerebro se acostumbra a llevar a cabo tareas que le resultan familiares y cómodas. Por ello, tiende a generar una zona de confort estable. La rutina es mala compañera de las neuronas. Por ello, aprender idiomas constituye un excelente manera de proteger el cerebro frente al deterioro cognitivo.
Estudios señalan que es posible retrasar signos de Alzhéimer hasta en cinco años. En ese se inscribe, por ejemplo, aprender a tocar un instrumento musical, una de las formas más exigentes y eficaces de estimulación mental, lo que genera efectos profundos y duraderos.
