Informe de Naciones Unidas muestra que en los últimos 25 años se ha reducido un 44% el número de casos a nivel mundial, muy por debajo del 75% proyectado.
Los avances están y son importantes, pero el mundo está en deuda. Es lo que muestra una investigación publicada en The Lancet, que indica que, pese a que se ha logrado reducir la mortalidad materna en el último cuarto de siglo, la disminución aún está muy por debajo de las metas.
El estudio fue liderado por la doctora Leontine Alkema de la Universidad de Massachusetts y Doris Chou, del Departamento de Salud Reproductiva de la Organización Mundial de la Salud. Su investigación mostró que entre 1990 y 2015 se redujo en 44% la cantidad de casos de muerte materna, muy por detrás del 75% planteado por las Metas de Desarrollo para el Milenio, que determinaban objetivos a 2015.
El progreso se analizó en la base de reducción del radio de mortalidad materna: el número de muertes de la madre por cada cien mil nacidos con vida. Los autores estimaron niveles y tendencias del número de casos en 183 países en los últimos 25 años y construyeron proyecciones para mostrar las futuras reducciones que se necesitan para alcanzar las nuevas metas.
Su análisis mostró que la proporción de mortalidad materna cayó de 385 por cada cien mil nacimientos en 1990 a 216 en 2015, año en que se registraron unas 303 mil muertes maternas. Con ello, se llegó a apenas la mitad de la meta.
Al analizar el progreso de diferentes países, los países que llegaron a la meta del 75% fueron apenas nueve: Bután, Cabo Verde, Camboya, Irán, Laos, las Islas Maldivas, Mongolia, Rwanda y Timor Oriental. Diez países tuvieron cinco o menos muertes de madre por cada cien mil nacidos: Austria, Bielorrusia, República Checa, Finlandia, Grecia, Islandia, Italia, Kuwait, Polonia y Suecia. En contraposición, decenas de países del África sub-Sahariana tuvieron más de 500 muertes maternas.
De acuerdo con el estudio, el progreso deberá acelerarse para alcanzar la Meta de Desarrollo Sostenible, que es de menos de 70 muertes maternas por cada cien mil nacidos vivos a nivel mundial en 2030.
"La aceleración en la reducción de la mortalidad materna no será posible sin intervención clínica y no clínica, así como acción política, como muestran los países que han bajado sus niveles en un período corto", dice el estudio, que agrega que "aunque cada país es diferente, la OMS sugiere intervenciones efectivas para mejorar la salud de la mujer antes, durante y después del embarazo".