La retracción productiva en los últimos meses, provocada en gran medida por la fuerte caída de la demanda brasileña, no derivó aún en cesantías de personal por parte de las terminales.
Un informe destaca que no se produjeron despidos en el sector automotor argentino a pesar de la menor actividad.
La retracción productiva en los últimos meses, provocada en gran medida por la fuerte caída de la demanda brasileña, no derivó aún en cesantías de personal por parte de las terminales.
Inclusive, dijeron a Télam -fuentes de la cartera laboral- que "no existen registros específicos de personal suspendido o despedido en el conjunto de la industria, toda vez que no se han presentado conflictos colectivos de trabajo ni se pusieron en marcha Procedimientos Preventivos de Crisis".
Desde enero hasta mediados de mayo ingresaron al Ministerio de Trabajo apenas 17 solicitudes de esos Procedimientos (que actualmente se encuentran en trámite) y sólo una corresponde a una empresa autopartista, con siete trabajadores involucrados.
La producción argentina de automotores bajó 22,2% en los primeros cinco meses del año (unos 74 mil vehículos menos), mientras las exportaciones descendieron 24,3% (44 mil unidades menos).
Entre los factores principales del escaso dinamismo en el sector, en la cartera laboral señalan la caída de la demanda de los mercados externos, principalmente de Brasil.
La exportación representa 55% de los envíos de la industria automotriz local, y dentro de ese mercado Brasil representa el 85% en el total de ventas trasfronterizas.
Para paliar la situación, además del inminente acuerdo bilateral argentino-brasileño, el gobierno nacional solicitó la reunión de la Comisión Administradora del Acuerdo Mercosur-Colombia, con el objetivo de profundizar la apertura del mercado de ese país.
Por otra parte, explican en la cartera laboral, está ocurriendo "un reacomodamiento de la demanda local, producto del incremento de precios ocurrido en los primeros meses del año, que retrajo la demanda con respecto a los niveles récord ocurridos en 2013".
Pese al momentáneo retroceso de la actividad, los funcionarios consultados recuerdan que los convenios colectivos de trabajo en el sector incluyen cláusulas de "auto composición de conflictos".
En ese marco, las suspensiones registradas incluyen el pago de entre 75 y 80% de los salarios y no generan conflictos colectivos.
En el caso extremo, una fábrica de camiones de Córdoba abrió esta semana un plan de retiro anticipado, aunque en el gremio descartan que se vaya a convertir en un mecanismo de "despidos encubiertos".
El Estado, por otra parte, dispone de varias herramientas para asistir a las empresas con dificultades coyunturales, en cualquier sector y tanto por cuestiones externas como internas.
El Ministerio de Trabajo, por ejemplo, cuenta con el Programa de Recuperación Productiva (Repro), que brinda a los trabajadores de las empresas adheridas una suma fija mensual no remunerativa, destinada a completar el sueldo de su categoría laboral, mediante el pago directo por ANSES.
Para acceder a este beneficio, las empresas deben acreditar la situación de crisis por la que atraviesan, estipulando las acciones que piensan desarrollar para su recuperación y comprometerse a no despedir personal.