Es parte de la iniciativa Cancer Moonshot, con la que EE. UU. quiere acelerar la investigación contra esta enfermedad.
Angela Bernardo, Think big. En mayo de 2015, una terrible imagen llegó a las portadas de los medios de comunicación. Joe Biden, el vicepresidente de Estados Unidos, lloraba desconsolado ante la muerte de su hijo Beau. El abogado y político falleció a causa de un tumor cerebral que le había sido diagnosticado en 2010. Meses después, Barack Obama anunciaba el lanzamiento del “Cancer Moonshot“, una iniciativa con la que pretendía revolucionar la investigación contra el cáncer y acelerar la llegada de nuevos tratamientos frente a esta variedad de enfermedades.
Biden lidera ahora ese proyecto contra el cáncer, que ha recibido una inversión extraordinaria de US$ 1.000 millones. Como señaló Obama durante la presentación, este es un punto de inflexión en la lucha contra esta patología y la ciencia puede ayudar a dar el empujón definitivo. El primer paso de esta iniciativa, además, se ha dado apostando por el open-access o conocimiento en abierto.
El actual vicepresidente de Estados Unidos, conocedor de la importancia de la investigación en la lucha contra el cáncer, encabeza ahora un proyecto que tiene como objetivo impulsar el acceso al big data generado a partir de la información clínica y biológica de más de 12 mil pacientes. Este conjunto de datos se han recogido en la Genomic Data Commons, una base de datos que podrá ser utilizada por científicos para acelerar sus proyectos, mejorar los estudios sobre tumores malignos y facilitar la llegada de nuevos tratamientos y métodos de diagnóstico.
La iniciativa ha sido presentada en el congreso anual de la Sociedad América de Oncología Clínica por el propio Biden, como recogió The Washington Post. La apuesta del político demócrata incluyó la visita a la Universidad de Chicago, la institución académica que albergará la base de datos en open-access y la gestionará para el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos. Compartir esta información científica, en palabras del propio Biden, acelerará los proyectos de I+D contra el cáncer. Además de apostar por el open-access o conocimiento en abierto, la iniciativa Cancer Moonshoot también recoge otras demandas de la comunidad científica, como un centro virtual de excelencia sobre oncología o el desarrollo de tecnología y estudios específicos para combatir el cáncer infantil.
El proyecto liderado por Biden en Estados Unidos llega después de que la Unión Europea anunciase sus propios esfuerzos para promover el open-access en investigación. En este caso no se trata de una aplicación clínica directa, sino que la Comisión Europea ha planteado que todas las publicaciones realizadas por grupos científicos financiados total o parcialmente mediante fondos públicos sean difundidas en abierto a partir de 2020. Un paso más que muestra la importancia creciente del open-access en el mundo de la ciencia, tanto aquella dirigida a estudios básicos para avanzar en el conocimiento, como aquella aplicada a luchar contra enfermedades que preocupan a la sociedad.