El decano de Tuck School of Business, de Estados Unidos, destaca la importancia de los estudiantes latinoamericanos para la escuela de negocios.
Tuck School of Business, de la Universidad de Darmouth, Estados Unidos, tiene entre uno de sus focos reclutar a más latinoamericanos en sus programas de postgrado. Entrevistamos a su decano, Paul Danos, para saber por qué este interés y cuáles son las expectativas de la escuela, que forma parte de la prestigiosa Ivy League.
¿Qué significa la presencia de estudiantes latinoamericanos en Tuck School of Business?
Bueno, Tuck tiene la mayor representación de estudiantes latinoamericanos en EE.UU., el 12%. Creo que la media de otras escuelas de negocios en EE.UU. es del 6%, y eso es muy importante en nuestra estrategia.
Estamos muy interesados en los estudiantes latinos en el MBA de Tuck o al menos mantener nuestro alto porcentaje. También nos interesa, ya que muchos estudiantes ahora están regresando directamente, en el mercado de trabajo y colocación. Varios de nuestros estudiantes el año pasado se fueron directamente de vuelta a Sâo Paulo y otras ciudades de la región. Creo que están empezando a haber más oportunidades de trabajo en estos mercados.
¿Cree usted que se están regresando más que antes? Porque pareciera ser que muchos latinos prefieren quedarse en Estados Unidos, a diferencia de los asiáticos, por ejemplo…
Bueno, depende. Cada país es diferente. En un país como Japón, casi todo el mundo se vuelve. En un país como la India, muy pocos regresan. En un país como China, la mayoría se queda. Parece que el cambio es en Brasil, donde hay muchas más oportunidades ahora. Así que cada país es un poco diferente.
El patrón histórico de los estudiantes extranjeros es que luego de egresar, ellos se queden en Estados Unidos, pero los latinoamericanos tienen ahora la meta de volver. Muchos se quedan un tiempo en EE.UU. y luego encuentran excelentes oportunidades en el mercado laboral. El patrón puede cambiar a medida que la economía cambia.
¿Qué puede destacar de los estudiantes de América Latina?
Bueno, creo que Tuck es una escuela muy orientada a la comunidad y tiene una vida muy familiar. Los estudiantes en Tuck viven todos juntos, ya sea en el pueblo, como las personas casadas, o en nuestras propias instalaciones para estudiantes solteros. Todos se conocen entre sí y llegan a ser amigos.
Creo que los latinoamericanos tienen un espíritu como ese. Su “cultural fit” es muy buena, además que su nivel de inglés generalmente es muy alto. Creo que la mayoría tiene una formación técnica muy buena. Por eso funciona. Creo que a las familias latinoamericanas les encanta estar allí. Muchas tienen hijos. Tenemos un programa muy fuerte para los socios y los niños. Por lo general piensan que la vida en Hanover, una ciudad universitaria, durante dos años es uno de los mejores recuerdos que tienen.
¿Y qué pasa con los puestos de trabajo, hay diferencias entre los estudiantes latinos y estadounidenses?
Hoy, los puestos de trabajo son idénticos. En EE.UU. y América Latina se pueden conseguir casi los mismos sueldos y puestos de trabajo. Por lo general, no hay ninguna diferencia en las oportunidades, como solía ser años atrás. Hay una diferencia en los últimos diez años.
El año pasado, 97% de nuestros estudiantes había encontrado trabajo el 1 de septiembre, 90 días desde su egreso, y esa es la tasa más alta que conocemos. Con los estudiantes latinoamericanos pasa lo mismo. La empleabilidad es muy alta.
¿Cuál es su opinión sobre las escuelas de negocios latinoamericanas?
Hay muchas escuelas que son muy buenas. La mayoría de sus alumnos son estudiantes a tiempo parcial y trabajan durante el día, mientras van a la escuela por las noches. Un gran porcentaje de las clases son así en América Latina, aunque hay algunos programas a tiempo completo también.
Se están realizando avances de diferentes maneras. Siempre hay un desafío para la financiación de los profesores. Es muy difícil. Hay una falta de programas de doctorado. De las escuelas que conozco, por lo general tratan de enviar a sus profesores a los EE.UU. para conseguir la formación doctoral o avanzada. Así que, sin programas de doctorado en un país, se hace un poco más difícil involucrarse con los profesores. El mayor desafío para América está en el faculty.
¿De qué manera se relaciona Tuck con escuelas de otros países?
Tenemos 21 programas de intercambio y tenemos una alianza muy fuerte con IE en España. Hemos hecho varios programas diferentes con ellos. Y tenemos alianzas con ESSEC de París.
Tenemos programas de intercambio con dos escuelas de América Latina (IPADE y UAI) y otros proyectos en la región. Por ejemplo, este año una de nuestras clases, Tuck Global Consultancy, será sobre un proyecto en Perú: enviaremos a un grupo de 7 u 8 alumnos que van a investigar el negocio del turismo y Machu Picchu.
No tenemos programas conjuntos en América Latina donde en forma conjunta podamos enseñar a una clase o ese tipo de cosas. A Tuck le encantaría tener más intercambios en la región, pero la mayoría de los programas MBA en América Latina tiene clases por la noche, no es “full-time” como nosotros necesitamos. Por eso, arreglamos otros tipos de intercambios como viajes o clases.