"No se pueden parar las obras de forma unilateral y esperar a que la Autoridad del Canal se quede de brazos cruzados esperando a que la obra se haga por sí sola", dijo el diplomático, Roberto Eduardo Arango.
Madrid, EFE. El embajador de Panamá en España, Roberto Eduardo Arango, ha asegurado que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) tiene la capacidad administrativa y los conocimientos técnicos para seguir adelante con la obra y que, a pesar de que las negociaciones están interrumpidas, no hay "punto y final".
"No se pueden parar las obras de forma unilateral y esperar a que la Autoridad del Canal se quede de brazos cruzados esperando a que la obra se haga por sí sola", ha subrayado en declaraciones a Onda Cero.
"Se está marcado una pauta general para todos los grandes proyectos en América Latina de que los sobrecostos sorpresivos no son el camino sino los sobrecostos justificados", ha añadido después de que el consorcio Grupos Unidos por el Canal (GUPC) y la autoridad no hayan llegado a un acuerdo sobre cómo financiar el proyecto.
El embajador, que no ha entrado a confirmar los supuestos contactos de la autoridad con la firma americana Bechtel, ha indicado que como en todo tipo de obras se tiene un escenario alternativo para acabarla y que se están estudiando todas las opciones en caso de que no se pueda llegar a un acuerdo que sea "justo, válido y conforme a los términos contractuales".
"El país no puede aceptar sobrecostos que equivalen casi al 50% de la obra cuando no son debidamente justificados", ha insistido Arango, que ha subrayado que la ACP es la empresa más grande de Sudamérica y tiene responsabilidades con el país, la clientela internacional, armadores, puertos marítimos en expansión y países usuarios del canal que están esperando a que se acabe conforme a lo establecido.
"No podría confirmar que es una ruptura total", ha apuntado Arango, quien ha señalado que aunque las negociaciones están interrumpidas, no se han acabado, ni hay punto final. "Hay una ventana de oportunidad" y Panamá va a tomar iniciativas con o sin el consorcio, integrado por la española Sacyr, la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña CUSA.
"No es todo o nada. El canal adelantó 780 millones cuando arrancó la obra", ha añadido, al tiempo que ha asegurado que la paralización de la obra también tiene una implicación de incumplimiento del contrato y que la ACP y sus ingenieros conocen bien la obra y cómo manejar su principal activo.