El jefe del Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, dijo este martes a periodistas que las condiciones para las negociaciones paritarias "siguen inalterables" y con una extensión anual, en sintonía con lo ocurrido en los últimos años.
Buenos Aires. El gobierno argentino inisitió en mantener la firma de acuerdos salariales de carácter anual, pese al reclamo de sindicatos que exigen la actualización de ingresos de los trabajadores de manera trimestral y eventualmente con suplementos de sumas fijas ante la creciente inflación.
El jefe del Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, dijo este martes a periodistas que las condiciones para las negociaciones paritarias "siguen inalterables" y con una extensión anual, en sintonía con lo ocurrido en los últimos años.
El gobierno va a "propiciar una paritaria de carácter anual y a fijar los salarios de los empleados del Estado. Cuando no es empleador directo, fijará las condiciones de negociación", remarcó.
Capitanich recordó que para el año en curso se prevén unas 1.650 negociaciones paritarias que "se desenvolverán tal cual lo hicieron en los últimos diez años".
Gremios nacionales, tanto opositores como oficialistas, plantearon la necesidad de acuerdos trimestrales para paliar los efectos de la inflación, que el año pasado superó el 28% según las consultoras privadas y de oposición al gobierno de la presidenta Cristina Fernández.
Esas negociaciones dejan al margen a los trabajadores no registrados que en el país representan 3 de cada 10, quienes además de no tener acceso a esos incrementos carecen de seguridad social.
El jefe de la opositora Confederación General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano, aceptó que los acuerdos sean anuales, pero los condicionó a lo que ocurra con la inflación.
"Aunque nosotros firmemos por un año, si se desborda (la inflación) a los seis meses, a los cuatro o a los ocho, vamos a volver a convocar las paritarias para discutir salarios que, por lo menos, acompañen" el alza de precios, indicó.
Representantes de 16 de las 24 provincias argentinas acordaron ofrecer incrementos salariales de 20 a 25% a sus agentes, mientras que el sector industrial, a través de su ex presidente José de Mendiguren, sugirió que se otorgue a los trabajadores una suma fija y postergar las paritarias hasta que haya "un cambio de clima".
