No obstante, el grupo rebelde, que ha sido acusado de cometer miles de asesinatos y secuestros en las cinco décadas de conflicto, no se ha pronunciado sobre si con la liberación retrocede en su advertencia de que seguiría capturando a efectivos del Ejército y de la Policía.
Bogotá, Reuters. La guerrilla colombiana de las FARC liberó este viernes a dos policías secuestrados hace tres semanas, una acción que podría verse como una señal de su disposición a mantener un clima propicio para avanzar en el diálogo de paz que celebra con el gobierno.
No obstante, el grupo rebelde, que ha sido acusado de cometer miles de asesinatos y secuestros en las cinco décadas de conflicto, no se ha pronunciado sobre si con la liberación retrocede en su advertencia de que seguiría capturando a efectivos del Ejército y de la Policía.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que recibió a los rehenes conjuntamente con una misión humanitaria liderada por la ex senadora Piedad Córdoba, informó que fueron entregados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en una zona montañosa del sureño departamento del Cauca.
Imágenes de televisión mostraron a Córdoba recibiendo y abrazando a los dos policías liberados al lado de un comandante guerrillero que aseguró que cumplieron con la entrega pese a que presentaron dificultades.
"Nosotros agradecemos y reconocemos este gesto humanitario que indiscutiblemente es una cuestión muy importante para la paz de este país", dijo Córdoba, quien preside el grupo Colombianos y Colombianas por la paz.
En poder del grupo guerrillero, considerado terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, aún permanece un soldado capturado días después de los dos policías en medio de un combate en el sur del país y quien sería liberado en las próximas horas.
El secuestro de los efectivos de seguridad encendió al gobierno del presidente Juan Manuel Santos que cuestionó la voluntad de paz de las FARC, con las que negocia la paz desde hace poco más de dos meses en una mesa de diálogo en La Habana.
Durante la última ronda de discusiones la semana pasada, el jefe negociador de la guerrilla, Iván Márquez, desde La Habana dio garantías para la liberación de los rehenes con buenas condiciones humanitarias y reiteró la disposición de las FARC a lograr la paz.
Al inicio de las conversaciones, el grupo rebelde anunció un cese unilateral al fuego de dos meses e invitó al gobierno a seguirlo, pero Santos rechazó abandonar la ofensiva militar contra la guerrilla.
Con el vencimiento el pasado 20 de enero de la tregua de las FARC, se ha observado un recrudecimiento de los combates, bombardeos, ataques y secuestros que han dejado un elevado número de muertos y heridos en diferentes regiones del país.
La actual negociación de paz, que transcurre bajo el principio de "nada está acordado hasta que todo esté acordado", es el cuarto intento oficial por poner fin al sangriento conflicto armado que impide un mayor crecimiento a la cuarta economía de América Latina.
El gobierno y la guerrilla discuten cinco grandes temas que incluyen desarrollo agrario, garantías para la participación en política, fin del conflicto, lucha contra el narcotráfico y compensación de las víctimas.