La incapacidad de tener una legislación actualizada sobre la protección de la especie arbórea y la falta de políticas de resguardo, también han debilitado gravemente el ecosistema de la Novena Región en Chile. Hoy, no se observan caminos claros de recuperación.
La araucaria o pehuén, también llamado piñonero o pino de brazos, es un árbol nativo propio de la Cordillera de los Andes, macizo en torno al cual esta especie arbórea posee una importancia religiosa y cultural trascendental dentro de los pueblos indígenas mapuche (Gente de la tierra) y pehuenche (Gente del pehuén). Un gigante que puede superar los 50 metros de alto, por cientos de años indestructible, pero que hoy está en camino a desaparecer.
Tanto así, que un grupo de renombrados científicos, encabezados por Rubén Carrillo, investigador y director del Departamento de Ciencias Agronómicas y Recursos Naturales de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales de la Universidad de La Frontera (UFRO), ingresaron un requerimiento en la Secretaria Regional Ministerial de Medio Ambiente de La Araucanía (IX Región), para solicitar el cambio de la clasificación de la especie que, actualmente, se encuentra en categoría de vulnerabilidad, solicitando una lamentable catalogación o designación como especie: en peligro de extinción.
“La reclasificación que proponemos es que se considere a esta especie arbórea milenaria en peligro de extinción, dado que han seguido operando una serie de factores conocidos en la actualidad, fundamentalmente lo que ha acontecido con grandes incendios, la extracción indiscriminada de su semilla, la tala ilegal y el estado fitosanitario que es deplorable en áreas bastante importantes y el cambio en el clima que está afectando justamente lo que es el abastecimiento hídrico de estos ecosistemas vegetales”, enumeran en la petición oficial.
La petición no es exagerada. El reloj marcha en contra cada temporada para la preservación de la araucaria. Así lo avalan diferentes estudios que han detectado, por ejemplo, que se comercializan cada vez más toneladas de piñones. Lo que antes era hecho sólo por comunidades pehuenches de las zonas cordilleranas, se ha vuelto hoy una práctica extendida a las grandes industrias del retail, quienes realizan una extracción con formato y cantidades industriales, lo cual, sin las medidas propias de resguardo, ha ido en contra de la preservación de esta semilla, la única que permite la reproducción y mantención de su población arbórea.
En entrevista con AmericaEconomía, el docente Rubén Carillo conversó sobre los distintos factores que conforman un escenario de muerte para la conífera.
-¿Cuáles serían los factores fundamentales que han incidido en la solicitud de declarar a la araucaria como especie en peligro de extinción?
-Hay varios factores que podemos enumerar y han operado desde hace bastante tiempo: tala ilegal de individuos de araucaria, a pesar de su prohibición desde el año 1976 (revocación entre los años 1987-1990). Ha seguido existiendo esta tala, provocada principalmente por la sustitución del bosque nativo.
A pesar de der declarada monumento natural y que se supone que está bien resguardada en sitios prioritarios de conservación, han sido en estas áreas donde han ocurrido grandes incendios, los que a futuro, dado el cambio del clima, pueden volver a ocurrir. Solo por mencionar dos grandes incendios que abarcaron superficies con bosques de araucaria araucana: en 2002, en la reserva forestal Malleco, con más de 20.000 hectáreas; año 2015, en la reserva China Muerta con 6.600 hectáreas (500.000 individuos de araucaria se incineraron).
Ha existido un aumento permanente y exponencial de la comercialización de su semilla, único órgano capaz de regenerar las poblaciones de araucaria. Se han volcado habitantes de ambientes urbanos a extraer prácticamente la totalidad de este recurso en amplias superficies, con una finalidad comercial y de lucro. Aquí se debe hacer notar la oferta de cadenas de grandes supermercados, cuya oferta ha llegado desde el sur a Santiago.
El cambio climático en el sur de Chile se ha traducido en la prolongación de los períodos de sequía con altas temperaturas, lo que está afectando la disponibilidad del recurso hídrico a estos ecosistemas. Las poblaciones de araucaria se ubican a grandes alturas en ambas cordilleras, expuestas a factores ambientales restrictivos, como lo son suelos delgados, por lo que el abastecimiento del agua es fundamental.
Y el debilitamiento estructural por la no realización de fotosíntesis. Esto genera, entre otros aspectos, paredes celulares debilitadas, lo que posibilita el ataque de hongos e insectos. Ello también ha sido posible por la extracción y sustitución de ecosistemas vegetales vecinos a los bosques de araucaria, dejando desprotegidas las poblaciones.
Restauración ecológica
-¿Cuáles serían las consecuencias si no se ejercen medidas urgentes de protección para la araucaria?
-Si no se propician medidas de protección para la especie arbórea, después puede ser muy tarde, ya que al seguir reduciéndose sus poblaciones, se reduce su pool génico (acervo genético), lo que posteriormente hará imposible la auto sustentabilidad de estos ecosistemas boscosos milenarios, debido a su lentitud para reaccionar frente a los cambios ambientales, más aún si estos son acelerados por el hombre. La distribución de araucaria va en franco retroceso y no existe ninguna evidencia científica de que esta especie haya recuperado superficies degradadas. Lo que sucederá es que solo existirán pequeños rodales sin un potencial de recuperación y destinados a desaparecer por las perdida de la escasa diversidad genética.
-¿Qué medidas son las más urgentes para revertir la situación actual?
-Las medidas deberían ir encaminadas a la generación de programas de restauración ecológica donde se han perdido grandes superficies; reinstalar los ecosistemas significa no solo plantar árboles de araucaria, sino también la flora acompañante.
Por otro lado, hacer una consulta participativa para involucrar a los pueblos originarios mapuche-pehuenches que conocen este ecosistema de manera ancestral.
Generar facilidades o algún mecanismo a modo de incentivo que permita a particulares mantener las superficies que contengan bosques con araucaria.
Fiscalizar la extracción de semillas de parques nacionales.
Eximir de cualquier posible normativa de regulación de extracción de semillas de araucaria al pueblo mapuche y pehuenche.
Legislación
El seremi de Medio Ambiente en La Araucanía, Marco Pichunmán, afirmó sobre estas propuestas que “una vez analizados los antecedentes entregados, el Estado debe reclasificar esta especie y se deben construir programas de recuperación, conservación y de gestión para su protección. En definitiva, tomar cartas en el asunto. Ahora estas recategorizaciones de especies demoran entre seis meses a un año en tomar forma, pero durante el último tiempo el Ministerio del Medio Ambiente ha ido acortando dichos plazos para poder realizar una evaluación mucho más efectiva y con ello dar soluciones más expeditas a estos temas”.
La araucaria araucana tuvo el estatus de monumento natural en 1976, el cual fue revocado en 1987 y reinstaurado el 19 de marzo 1990 por el Ministerio de Agricultura. Lo anterior implica que está prohibido el corte o explotación de esta especie.