En 40 años, 12% de la población paraguaya serán adultos mayores, 21% niños, y 67% formarán parte del sector productivo. Sin embargo, luego de éste periodo, el número de adultos mayores aumentará, mientras que el sector de los niños disminuirá, así como la población económicamente activa.
“A Paraguay le espera un futuro brillante si hace caso a tiempo a las advertencias que la ciencia demográfica nos está dando”, relató Robert Cano, experto en demografía, durante una conferencia.
Cano explicó que dentro de 40 años ocurrirá un fenómeno en Paraguay denominado bono demográfico. Esto sucede cuando la población económicamente activa es superior a la de los niños y adultos mayores, quienes generalmente son mantenidos por el primer sector.
En 40 años, 12% de la población paraguaya serán adultos mayores, 21% niños, y 67% formarán parte del sector productivo. Este caudal importante de gente en las áreas productivas “es una oportunidad fantástica”.
“Este proceso que vamos a vivir los paraguayos, el bono demográfico, es una oportunidad única e irrepetible en nuestra historia”, relató el experto.
Sin embargo, luego de éste periodo, el número de adultos mayores aumentará, mientras que el sector de los niños disminuirá, así como la población económicamente activa. Este fenómeno, conocido como el invierno demográfico, sucede ya en países industrializados.
“Hay que tomar recaudos suficientes para hacer frente a ese momento”, agregó el experto.
Para enfrentar este denominado invierno se debe compensar la cantidad de personas con una mejor calidad de la fuerza laboral.
“La respuesta es sencilla... (debemos) conceder a las personas capacidades superiores”, dijo Cano.
Si continuamos con el bajo nivel de capital humano, en términos de capacitación y educación, la superación de la pobreza se complicará cada vez más, relató.
La respuesta obvia al fortalecimiento del capital humano en una sociedad es el mejoramiento de la calidad educativa. Sin embargo, existe otra respuesta.
La desnutrición infantil. Sin una buena nutrición, un niño no podría aprender ni en las mejores escuelas. Es por esto que la problemática de la desnutrición infantil debe ser prioritaria en las políticas públicas.
“El 40% de los niños que nacen en Paraguay son o serán desnutridos”, dijo Cano.
La desnutrición severa y prolongada en los primeros tres años de vida desencadena efectos que son irreversibles. “Hay 40% de la futura fuerza productiva paraguaya que está en riesgo de no poder aportar todo su potencial productivo”, agregó.
Un niño desnutrido desarrolla un cerebro atrofiado, que nunca se recupera con el tiempo.
“Los estamos condenando socialmente por negligencia o ignorancia a una vida de pobreza de la cual tal vez nunca salgan”, dijo el experto.
La solución a este problema es elaborar un plan que universalice la cobertura nacional a niños vulnerables menores de 3 años en condición de pobreza, representando una inversión social de US$27 millones de dólares anuales.
“Es un desperdicio no hacerlo”, puntualizó.
Esta solución se basa en la distribución de leche en polvo enriquecida para niños con potencial de desnutrición.
“Dos kilogramos por mes para niños y niñas representan la diferencia, (lo que se traduce a) 970 mil guaraníes al año para cada niño o niñas. (Esto) representa la diferencia entre el éxito en el futuro del niño o la certeza de una vida de pobreza”, agregó Cano.
Proyecto de ley. El 18 de abril de este año, Cano, el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición y otras agencias de cooperación presentaron un proyecto de Ley que tiene por objetivo erradicar la desnutrición infantil en Paraguay.
El proyecto propone dotar de US$30 millones al Programa Alimentario Nutricional Integral (Pani) del Ministerio de Salud Pública y Bienestar que actualmente no cuenta con presupuesto anual para dar cobertura a todos los niños del país.
El proyecto tuvo entrada formal en la Cámara de Diputados el 17 de mayo y cuenta con el dictámen favorable de la Comisión de Asuntos Constitucionales.
Los impulsores de la iniciativa esperan que la legislación sea promulgada el 216 de agosto de este año, como regalo a la niñez paraguaya en su día.
“Cuidemos a nuestros niños que son el centro del desarrollo y démosle herramientas necesarias para poder hacer frente al invierno demográfico que se viene”, concluyó el experto.