La educación es una de las áreas que atrae a más emprendedores en la región, lo que permite mejorar su acceso y calidad.
No son pocos los emprendimientos en torno a la educación. En América latina, es una de las áreas crítica que más atrae a los emprendedores, quienes buscan generar conexión en la comunidad educativa, hacer las clases más entretenidas y fomentar que los estudiantes se involucren con las STEM (acrónimo delos términos en inglés Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), entre otras cosas.
Hace algunas semanas se presentó en Chile el informe “La revolución digital ante los grandes retos del mundo”, elaborado por el Instituto de Innovación Social de ESADE Business School, que analiza la innovación social digital en América Latina. El documento informa sobre la varias startups que están desarrollando proyectos de innovación digital social en la región y que combaten diferentes frentes como la salud y bienestar; fin de la pobreza; educación; trabajo y crecimiento económico; y ciudad sostenible, entre muchas más.
De acuerdo con el estudio, México se destaca por iniciativas que mejoran el acceso a la salud, mientras Brasil tiene iniciativas dedicadas a la educación.
Heloise Buckland, Máster en Políticas Públicas e investigadora del Instituto de Innovación Social de ESADE, explica que un factor que hace que los emprendimients tengan éxito está relacionado con el modelo de negocio.
“Cuentan con un modelo de negocios robusto, ya sea de freemium o venta de servicios al Estado”
En el caso de Brasil, algunos de los proyectos que marcan la diferencia son: MgoV, Geekie, Recode, Patio Digital y Ávore de Livros.
En el caso de la iniciativa de datos abiertos MgoV, que se fundó en 2012, atiende la demanda de fundaciones, administradores públicos, institutos y organizaciones por herramientas de gestión de políticas públicas y de acciones de impacto social. Desde 2014, la startp comenzó a crear nuevos productos y se expandió a otros países. De acuerdo con Buckland, el emprendimiento “ha impactado a 3 millones de personas y está en 1.000 ciudades en Brasil”.
Geekie, en tanto, con el lema “el poder de aprender” ha aplicado su modelo a 5 mil escuelas, impactando 5 millones de estudiantes. Buckland dice que este proyecto, a través de un modelo freemium, se dirige a alumnos y profesores que buscan mejorar su educación, sobre todo, para quienes están decidiendo qué estudiar.
En Chile también hay proyectos con foco educativo, donde aparecen nombres como Lab4U y Papinotas. En el caso de Lab4U, que se cataloga como un laboratorio de bolsillo, la investigadora explica que destaca por darle utilidad educativa al teléfono celular. Esto, porque “como todos los móviles, tiene varias herramientas pero no se suelen usar. En cambio, con este emprendimiento es posible utilizarlo para hacer experimentos de Física y Química, y ahora de Biología, con modelo freemium. Y así está logrando que la ciencia sea divertida y se fomente en Chile, que tiene pocos científicos. Está también en México y entrando en Estados Unidos”, relata.
Papinotas es otro emprendimiento chileno, que consiste en un sistema de comunicación a través de la tecnología que promueve el involucramiento parental en el desarrollo de los hijos. La plataforma permite que profesores y directivos se comuniquen con los apoderados desde el celular, de manera instantánea y personalizada.
Muchos de estos proyectos tienen en común la utilización del móvil en clases, lo que invita a preguntarse qué tan conveniente o no es integrarlo a las escuelas. Un debate en torno a la educación y la tecnología que tiene diferentes visiones. La investigadora Heloise Buckland está de acuerdo con incorporar los teléfonos móviles en clases, porque así los estudiantes lo utilizarán para algo constructivo.
“La solución no es esconderlos, sino que incorporarlo en la educación. De esta forma, se contribuye a que los estudiantes vean que el móvil no es sólo Facebook”
Cinco claves para un proyecto innovador
Los anteriores emprendimiento, así como varios de los mencionados en el informe de ESADE, tiene en común que se trata de iniciativa innovadoras, pero con algo más que les ha permitido ser exitosas. A a la hora de evaluar qué tan innovador es un proyecto, la investigadora dice que en primera instancia debe proponer algo nuevo y diferenciador, además de cumplir con cinco variables que desde ESADE han definido.
¿Cuáles son estas cinco variables?
- Impacto medible y concreto respecto a su propósito.
- Modelo sostenible.
- Colaboración intersectorial.
- Modelo de innovación abierto y cerrado.
- Que sea escalable.
Innovación social: de la ONG al ánimo de lucro
En busca de un desarrollo sostenible, han surgido varios proyectos de innovación digital con foco social que intentan solucionar retos críticos de educación, salud, igualdad de género y pobreza, entre otros. Es solo cuestión de ver la enorme cantidad de proyectos incluidos en el informe “La revolución digital ante los grandes retos del mundo”.
Pero ¿por qué está evolucionando la dirección de estos emprendimiento?, ¿cuál es la razón de la proliferación de innovaciones sociales? Sobre su evolución, Buckland dice que "por un lado, estamos saliendo del modelo más ONG, caritativo, y pasando a modelos con ánimo de lucro y de empresas sociales. De las 100 iniciativas que analizamos, 85% fueron beneficiarios por una entidad con ánimo de lucro. Nos sorprende gratamente que sumando a todos los beneficiados de estas innovadociones, los beneficiarios llegan a 64 millones de personas. Esto ya no es sólo algo incipiente, sino que está llegando a ser mainstream. Además, ser bueno está de moda. Está permeando en la economía, pero aún queda mucho por hacer".
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