Un estudio realizado a 80.000 personas en 76 países concluyó que cuanto más oportunidades tienen las mujeres, toman decisiones más independientes.
¿Qué contribuye a las diferencias en las preferencias relacionadas con el género, como la disposición a asumir riesgos, la paciencia, el altruismo, la reciprocidad positiva y negativa y la confianza?
Dos investigadoras del Departamento de Economía, de la Universidad de Bonn y de la Universidad de California (Estados Unidos), Armin Falk y Johannes Hermle, realizaron una encuesta digital a 80.000 personas en 76 países para medir la relación entre el desarrollo económico y las preferencias de las mujeres con respecto a las de las hombres.
"Contrastamos y probamos dos hipótesis que hacen predicciones opuestas sobre la asociación entre países de las diferencias de género en las preferencias con el desarrollo económico y la igualdad de género", dicen las investigadoras, que publicaron su trabajo esta semana en la revista Science.
“Por un lado, la atenuación de los roles sociales específicos de género que surgen en países más desarrollados e igualitarios de género puede aliviar las diferencias en las preferencias entre mujeres y hombres. Como consecuencia, uno esperaría que las diferencias de género en las preferencias se asocien negativamente con niveles más altos de desarrollo económico e igualdad de género (hipótesis del rol social)”, explican las autoras.
Por otro lado, una mayor disponibilidad de recursos materiales y sociales elimina el objetivo de subsistencia neutral al género, lo que crea el alcance para ambiciones y deseos específicos del género.
Además, un mayor acceso con igualdad de género a esos recursos puede permitir que las mujeres y los hombres expresen sus preferencias de manera independiente.
Los datos revelaron que hay una variación entre países en cuanto a las diferencias de género en las preferencias. Las diferencias de género están fuertemente asociadas con el desarrollo económico así como con la igualdad de género (que fue medido con los criterios de Naciones Unidas).
“La evidencia reportada indica que los niveles más altos de desarrollo económico y la igualdad de género favorecen la manifestación de las diferencias de género en las preferencias entre los países. Nuestros resultados resaltan el papel fundamental de la disponibilidad de recursos materiales y sociales, así como el acceso equitativo a estos recursos, al facilitar la formación independiente y la expresión de las preferencias específicas de género”. Es decir que entre más equitativas son las oportunidades para las mujeres, profesan gustos y preferencias distintas a los de los hombres.
La investigación se recopiló como parte de la Encuesta mundial de Gallup 2012 y contiene medidas de seis preferencias fundamentales con respecto a los dominios sociales y no sociales: la disposición a asumir riesgos; paciencia, que captura las preferencias sobre el tiempo intertemporal de las recompensas; altruismo; confianza, y reciprocidad positiva y negativa, que captura la voluntad costosa de recompensar las acciones amables o de castigar las acciones desagradables, respectivamente.
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