Utilizando un sistema que asigna valores numéricos a características anatómicas, con maquinaria simple se pueden tener imágenes más fiables que podrían reducir tiempo de exposición y costos.
Cluster Salud. Las Resonancias Magnéticas Nucleares llegaron en los 70s a la medicina y desde entonces han permitido una mejor visión de los tejidos al interior de los pacientes. Hoy, solo en EE.UU. los médicos piden 28 millones de ellas al año. Pero aún así, siempre existe un margen de error.
La calidad de la imagen en estos exámenes depende de la exposición de átomos a campos magnéticos (que varían de dispositivo en dispositivo) y de la interacción con diferentes partes de un tejido.
A pesar de la constante inversión en bobinas magnéticas que buscan hace una exposición más uniforme y evitar imperfecciones, aún esto es un problema.
Sin embargo, una nueva tecnología permite utilizar las imperfecciones que ocurren en los exámenes de resonancias magnéticas para crear imágenes lo suficientemente detalladas que permitirán algunos diagnósticos más eficaces a mayor cantidad de pacientes. Estas son las conclusiones de un estudio dirigido por el NYU Langone Medical Center y publicado el 16 de agosto en Nature Communications.
Daniel Sodickson, autor del estudio, explicó que con sus descubrimientos se pueden asignar valores numéricos a características anatómicas. Esto llevaría el nombre de “Resonancia Magnética Cuantitativa”, donde nuevos mapas de tejidos ayudan a diagnosticar y encontrar patrones que son consistentes de paciente en paciente.
El también profesor en el Departamento de Radiología, miembro del Centro de Cáncer Perlmutter de la NYU y director del Centro Imágenes Biomédicas Bernard e Irene Schwartz, dijo que esto implica un cambio completo para la forma en que se realizan este tipo de exámenes actualmente.
Una de las ventajas del nuevo método es que permite lograr mejores imágenes con máquinas menos costosas. Además, permitiría reducir la cantidad de tiempo que los pacientes deben estar dentro del dispositivo.
Camino al Big Data
Otro de las grandes mejorass que permitirá este sistema es que, a diferencia de una imagen de datos cualitativos, el examen cuantitativo permitirá llevar la información bases de datos y utilizar el “big data” para diagnósticos guiados.
Mark Griswold, de la Case Western Reserve University, publicó en la revista Nature en 2013, una descripción de la "huella dactilar" de resonancia magnética (MRF por sus siglas en inglés). Un avance que permite ahorrarse el tiempo que tomaba los dispositivos volvieran a su equilibrio normal entre cada pulso de ondas de radio secuencial. Con esto, las imágenes se construyen superponiendo señales, hasta tener un distintivo único como la huella dactilar que se iguala a la calidad de los tejidos.
El problema de la MRF es que no siempre refleja la realidad. Para corregir esto, el físico y profesor sistente del departamento de Radiología, Martin Cloos, junto a su equipo, diseñaron un "Plug-and-Play MRF" (PnP-MRF).
Las medidas obtenidas son comparadas con una base de datos de todas las posibles interacciones de los campos magnéticos mientras se crean las imágenes, por lo que necesita cero calibración. Además, el método permite encontrar las distorsiones que ocurren con las ondas de radio y que previamente se borraban con calibración.
El PnP-MRF es una luz estroboscópica en circuito de muchos campos magnéticos de transmisión, golpeando los átomos de diferentes direcciones separadas por milésimas de segundo para crear un nuevo tipo de huella digital. Un artefacto introducido por cualquier pulso de ondas de radio se puede mostrar como una mancha oscura en una imagen, pero no en el mismo lugar en todos los conjuntos de datos, lo que permite descartar errores.
Según Cloos, con este sistema la complejidad de crear una buena imagen de resonancia magnética recae en la computación y no la máquina. Con esto, según Cloos, los dispositivos del futuro dejarían de ser grandes cámaras y podrían ser mesas o incluso sistemas de mano.
"En nuestro diseño, la complejidad en la creación de imágenes de resonancia magnética se ha movido de la maquinaria para el cálculo", dice Cloos. "En lugar de construir cámaras para alojar extensas bobinas magnéticas que combaten las faltas de uniformidad, los escáneres del futuro próximo, al abrazar campos heterogéneos, consistirán en simples imanes de mesa, o varitas de resonancia magnética, posiblemente, incluso de mano".