La mexicana Mexichem ha formado un imperio latinoamericano en base a adquisiciones. Ahora apuesta por Europa. Una movida audaz en los tiempos que corren.
Antonio del Valle es un hombre de alcurnia dentro del mundo financiero mexicano. Proviene de una familia de banqueros y fue dueño del Banco de Crédito y Servicio (Bancreser) hasta 1982, cuando la banca fue nacionalizada por el presidente José López Portillo. Dos años después compró Pennwalt, una fábrica de productos químicos. El paso a lo que ahora es Mexichem se produjo en 1998, cuando una tenedora de empresas industriales formada por inversionistas mexicanos y encabezada por Del Valle (Grupo Empresarial Mexicano S.A. de C.V.) se unió a la francesa Elf Atochem.
“Mexichem ha logrado lo que muchas otras no han podido, porque en este ramo se compite contra grandes trasnacionales que tienen una estructura de capital muy grande”, explica el maestro Roberto Sánchez de la Vara, coordinador de la Maestría en Administración de la Universidad Iberoamericana.
Mexichem es uno de los principales productores de tubos de PVC en el mundo. La demanda de sus productos, estrechamente vinculados al crecimiento de la construcción en América Latina, sigue en franco aumento. Al punto en que, el 26 de junio pasado, anunció un récord histórico de US$ 1.292 millones en ventas al segundo trimestre de 2012, con un crecimiento interanual del 45 %.
Para Alberto Moreno, analista de Fitch, el éxito de la empresa radica en que, durante los últimos años, han sido consistentes con su política de crecimiento orgánico, con inversiones en los dos segmentos de mercado: la cadena clorovinilo y la mina de fluorita.
“Ellos estiman que más del 60% de los productos que ellos comercializan o venden pueden considerarse de valor agregado”, explica Moreno. Para el analista, Mexichem ha tenido un récord bastante exitoso desde el punto de vista financiero, utilizando recursos propios, endeudamiento con terceros e inversión de capital para crecer mediante adquisiciones. “Todo esto le ha permitido mantener un perfil financiero estable, independientemente del fuerte programa de inversiones y adquisiciones que ha tenido en los últimos años”, agrega.
Conquistar el mundo
En 2004 Mexichem adquirió Química Flúor, con lo que incorporó a la Compañía Industrial Las Cuevas y se convirtió en dueña de los yacimientos más grandes de fluorita en el mundo, ubicados en San Luis Potosí, México. Dicho compuesto químico es la base para la producción de refrigerantes, resinas y PVC.
De la Vara identifica esta compra y su apertura en bolsa como el momento en que Mexichem despega. “Cotizar en bolsa le dio recursos importantes, los que le permiten adquirir empresas e iniciar su internacionalización”, afirma.
Así en 2007 Mexichem tomó el control de la brasileña Amanco, empresa de soluciones para la conducción de fluidos. Luego concretó la compra de la colombiana Petco, que produce y exporta resinas vinílicas, y adquirió una participación del 50% en Geon Polímeros Andinos.
“Las oportunidades que nos quedan ahora de adquisición en América Latina son reducidas”, dice Andrés Capdepon, CFO de Mexichem. Por eso pasaron a Europa. Y apuntaron al líder del mercado, la holandesa Wavin, especializada en tuberías.
Los primeros acercamientos los iniciaron en 2008, cuenta Capdepon. Pero en ese entonces Wavin estaba en una situación financiera excelente, con un Ebdita de € 200 millones, que bajaron a € 100 millones en 2011. Se trata de un ejemplo del músculo negociador de sus ejecutivos, Mexichem aumentó el valor de su oferta tres veces, hasta que sus contrapartes holandesas dieron el visto bueno.
La experiencia y la I+D que ha desarrollado Wavin serán, además, un factor de crecimiento para Mexichem dentro de América Latina. Ayudarán colocar en América Latina el polietileno y el polipropileno, que corresponden al 50% de la producción de Wavin.
Al igual que Carso, Gruma y otras grandes empresas mexicanas que se encuentran en expansión, Mexichem también cuenta con un grupo financiero detrás, el banco Bx+, el segundo que fundó Antonio del Valle. Cabe preguntarse si esta expansión acelerada no se le volverá en contra, como ocurrió en el caso de Cemex. Mucho dependerá del contexto internacional y la crisis europea. El resto lo pondrá el talento financiero de Del Valle y su equipo.