La investigación mostró que es muy significativo el papel que juegan los libros en la vida de los niños a una edad muy temprana.

 Un estudio realizado por el Centro de Lectura Noruego en la Universidad de Stavanger, encontró que un ambiente de lectura en casa hace que los niños tengan un mejor progreso en la lectura una vez que comienzan la escuela.

Según el investigador Vibeke Bergerse, ahora se sabe que es muy importante que los niños estén bien preparados para leer cuando comienzan la escuela e inician su proceso formal de alfabetización. El estudio demuestra que son algunas variables las que influyen en el hogar: la actitud de los padres para con la lectura, el número de libros para niños en casa, que los adultos lean en voz alta y la frecuencia con que leen, son algunos de los factores que determinan lo bien preparados que estarán los niños para aprender a leer en la escuela.

El estudio investiga la forma de prevenir problemas para leer y escribir en 1,171 estudiantes de primer año y sus padres. Las habilidades de los estudiantes fueron probadas el iniciar la escuela durante el otoño del 2014.

Se les preguntó a los padres con cuanta frecuencia leían, cuántos libros para niños tenían en casa, qué tan seguido leen los niños y la edad con que comenzaban a leerle a los niños.

La investigación mostró que es muy significativo el papel que juegan los libros en la vida de los niños a una edad muy temprana. Cuanto más preparados están para aprender a leer antes de iniciar la escuela, mejor será su desempeño.

Leer a edad temprana y con frecuencia influye en el vocabulario y en el conocimiento de los sonidos.

Frecuentemente, a los niños se les acercan lecturas como los juegos linguisticos, rimas y jingles en los libros. De esta manera, se vuelven más conscientes de la conexión entre letras y sonidos. Al sentarse con un adulto que lee libros, los niños son capaces de notar las letras y las palabras, de esta manera para ellos es más fácil aprender a leer.

Leer en voz alta a un niño antes de que aprenda a hablar, puede influir significativamente en el número de palabras que puede aprender. La edad más más propicia para aprender el lenguaje está entre los 18 meses y los tres años.

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