Como su nombre lo indica, desayuno significa romper el ayuno, y es la primera oportunidad que tiene el cuerpo para consumir alimentos después de las horas de sueño y así recargar energía antes de iniciar las actividades del día.
Un desayuno rico y nutritivo tiene múltiples beneficios y es fundamental para iniciar un estilo de vida más saludable.
Como su nombre lo indica, desayuno significa romper el ayuno, y es la primera oportunidad que tiene el cuerpo para consumir alimentos después de las horas de sueño y así recargar energía antes de iniciar las actividades del día.
El desayuno es una rutina diaria que debe establecerse desde la infancia y mantenerla durante toda la vida, para conservar una salud óptima, declara Ana Laura González, gerente de Nutrición de Kellogg’s Latinoamérica, quien además detalla algunos beneficios de tomar desayuno.
Desempeño. Proporciona la energía para mantenerse activo y realizar todas las actividades, mejorando la concentración, la habilidad para resolver problemas y la creatividad.
La evidencia científica demuestra que desayunar está relacionado favorablemente con aspectos cognitivos en personas de distintas edades: memoria de corto plazo y episódica, y capacidad para recordar.
Contribuye a tener un adecuado desempeño físico y mental. El hambre puede causar distracción. El no desayunar trae como consecuencia que los niños se sientan débiles y cansados, incluso sus defensas pueden verse afectadas y su agilidad puede disminuir.
Mejor humor. El tener más de ocho horas de ayuno impacta directamente en el estado anímico, pues las personas se sienten enojados e irritables, incluso, puede afectar las relaciones con los demás compañeros de trabajo o de colegio.
Peso saludable. Ayuda a cubrir los requerimientos diarios de nutrientes, manteniendo un peso sano, y buenos niveles de colesterol y glucosa en la sangre.
Existe una asociación positiva entre las personas que desayunan y un peso sano. Estudios realizados en la Universidad de Massachusetts afirman que el riesgo de presentar obesidad se incrementa 4,5 veces entre quienes no desayunan comparado con los que sí lo hacen.
La asociación de un peso más sano y el desayuno se debe a una mejor calidad en la dieta (menos alimentos altos en grasas saturadas y colesterol, y más cereales con fibra, lácteos y frutas) que ayuda a mantenerse satisfechos hasta la próxima comida, y a controlar las calorías que se consumen a lo largo del día.
Brinda al cuerpo nutrientes importantes. Las personas que desayunan tienen un mayor consumo de vitaminas y minerales, aumentando la probabilidad de alcanzar la recomendación diaria. El tipo de alimentos que se incluyen resulta clave; por ejemplo, al incorporar cereal, se tiene una mayor ingesta de 10 vitaminas y minerales esenciales como vitaminas A, C, E, ácido fólico, hierro y zinc.
Prevención de enfermedades. Disminuye el riesgo de presentar ciertas enfermedades como Diabetes tipo 2, Síndrome Metabólico y enfermedades cardiovasculares. Quienes desayunan tienen mejor concentración en la sangre de triglicéridos y colesterol LDL, factores que protegen contra enfermedades del corazón.
Además, evitar ayunos prolongados mantiene las concentraciones normales de glucosa e insulina en sangre, y favorece a no desencadenar diabetes tipo 2.
El desayuno no tiene por qué ser complejo ni lento de armar. Los cereales son una buena opción, pues constituyen un alimento práctico y saludable, que junto con los lácteos y las frutas proporcionan un desayuno completo y rápido de preparar en tan sólo 3 minutos, afirman desde Kellogg’s, empresa que a través de sus marcas Zucaritas Froot Loops y Choco Krispis, impulsó una campaña que pretende fomentar los buenos hábitos nutricionales y empezar el día con energía, en un mes que es particularmente complejo por el regreso a clases.
Expertos recomiendan agregar un vaso de agua al desayuno, tratando de consumir, en total, varios de ellos al día.