A continuación, una breve guía para administrar mejor el dinero.
Muchas veces vi a mi madre tronarse los dedos porque el dinero simplemente no alcanzaba, tal vez desde ese momento comenzó mi historia con él: quería asegurarme que ella no volviera a tener ese tipo de dificultades.
Aunque a mí nunca me faltó nada, al contrario pienso que tuve de más, sabía que las finanzas en casa no eran las mejores, siempre escuché a mi madre decir que no quería ser rica, su deseo era tener lo suficiente para no preocuparse por ese “pequeño detalle” y es que ¿a qué persona no le gustaría vivir sin ningún tipo de preocupaciones económicas? ¿Cómo se logra ese estado de bienestar, ¿en qué punto podemos saber que tenemos las capacidades suficientes para que el dinero no sea un problema, sino un medio para llegar a un fin: la calidad de vida? Tal vez sea la pregunta de los 64 mil pesos ¿no creen?
La receta
Si bien no existe una receta mágica que nos lleve a lograr ese equilibrio, lo que sí hay son ciertas capacidades que podemos desarrollar para tener un mejor manejo diario del dinero, planificación y elección de productos. El Banco Mundial lo resume en 10 componentes, es algo así como el Dream Team (equipo de ensueño) de las finanzas personales ¿cuáles son? Aquí te van:
- Sabes cómo gastas tu dinero e identificas plenamente con qué frecuencia y precisión planificas tu presupuesto
- Respetas esos planes. Vives de acuerdo a tus posibilidades, no realizas gastos excesivos, siempre te alcanza para ahorrar.
- Le das seguimiento a tus gastos, sabes de cuánto dinero dispones para gastar
- Tienes la información y buscas asesoría para tomar decisiones financieras importantes, eres disciplinado en esta práctica.
- Gastar en productos que exceden tus posibilidades no es para ti, tienes definidas tus prioridades
- Has logrado un Fondo de Emergencias para cubrir tus gastos imprevistos
- Guardas una parte de tus ingresos regularmente, no importa si es poco
- Tienes una orientación al futuro, no sólo al presente
- Siempre reflexionas antes de tomar tus decisiones financieras, te conoces como consumidor
- Y finalmente, buscas oportunidades constantemente, tienes aspiraciones y te esfuerzas para ser mejor, sabes cómo lograr tus metas
No se ve tan complicado ¿verdad? Pero dicen que el diablo está en los detalles, si bien estos puntos son relativamente sencillos, ponerlos en práctica es la parte difícil. Pero sin duda vale la pena esforzarnos para dejar de ser del 70% de la población que habitual u ocasionalmente no tiene suficientes recursos para cubrir gastos básicos como alimentación.